*Por: Cynthia P. Núñez López, Ma. Fernanda Herrera González y Romeo A. Saldaña Vázquez.
El 31 de octubre se conmemora el día mundial de las ciudades (ONU 2013). Con el objetivo de promover el interés en la urbanización y fomentar la cooperación entre los países para aprovechar las oportunidades y afrontar los desafíos que plantea el urbanismo, así como para contribuir al desarrollo urbano sostenible en todo el mundo.
Las proyecciones para el año 2050 pronostican que habrá alrededor de 3,000 millones de nuevos habitantes urbanos en el mundo (ONU 2008). Por lo anterior la Organización de las Naciones Unidas (ONU) nos invita a desarrollar ciudades más sostenibles, resilientes y más sanas, pero ¿Cómo transitar hacia esto? y ¿Cómo hacerlo en el contexto del cambio climático?
A través de ver las ciudades desde diferentes ángulos, ver hacia dentro y aliarnos con los grupos sociales que están apostando por un modo de vida con mayor conexión con la naturaleza. El bienestar existe para todos, pero depende de cómo nos relacionamos entre nosotros y con las ciudades. Las urbes hoy en día son un atractivo innegable para vivir, ya que nos brindan comodidades, pero debemos empezar a voltear a ver alternativas que nos ayuden a sanar como humanos para poder sanar nuestras ciudades.
Por ejemplo, destinar espacios de nuestra vivienda para la implementación de huertos, composteros, jardines para polinizadores, entre otras implementaciones, las cuales promueven nuevas actividades para nuestro tiempo de ocio, que nos ayudan a reducir niveles de estrés, mejorar nuestro estado emocional y alimentación, y nos conectan con los procesos de la naturaleza. Si estas acciones se replican a escala de colonia o ciudad, los beneficios podrían tener un impacto significativo en el bienestar humano y en la sustentabilidad de las ciudades.
Por otro lado, existe una preocupación global por la reducción del bienestar humano que las ciudades proveen a las personas por el cambio climático. Ante este panorama se propone, desde la ecología urbana, la implementación de diversas estrategias como techos verdes, zanjas de captación de agua de lluvia, y la recuperación de los ríos urbanos y su vegetación. Con el único fin de planificar ciudades más sostenibles y resilientes ante las olas de calor o lluvias torrenciales. Así como recuperar el vínculo entre la naturaleza, las urbes y el bienestar humano.
En México existen ejemplos de estas implementaciones que vinculan el bienestar humano y la capacidad de resiliencia de las ciudades ante el cambio climático. Uno de los más emblemáticos es CityAdapt de la ciudad Xalapa, Veracruz. De acuerdo a los impulsores del proyecto, Xalapa es la primera ciudad latinoamericana en aprovechar el potencial de la adaptación al cambio climático basada en soluciones inspiradas en la naturaleza y el funcionamiento de los ecosistemas. Al aprovechar el entorno natural, por ejemplo, los árboles en la regulación del flujo de agua y la prevención de deslizamientos de tierra y erosión, ayudan a reducir tanto las inundaciones como la sequía, y a menudo proveen soluciones mucho más rentables que las estructuras de ingeniería construidas para cumplir el mismo papel. (CityAdapt 2020).
Esto nos demuestra que ya hay ciudades en México que se están moviendo en la dirección correcta, de recuperar la conexión con la naturaleza, en favor del bienestar humano y sustentabilidad de las ciudades. Las preguntas que quedan abiertas son ¿Cuántas más lo harán? y ¿Lo harán a tiempo para que sus habitantes puedan seguir viviendo en las ciudades?
*Dr. Romeo Alberto Saldaña Vázquez
Doctor en Ecología por el Instituto de Ecología AC, y académico de tiempo en el Instituto de Investigaciones en Medio Ambiente Xabier Gorostiaga SJ, de la Universidad Iberoamericana Puebla. Sus proyectos de investigación actuales son Diversidad de mariposas, aves y murciélagos de la Ibero-Puebla y Bases ecológicas para la propagación de agaves mezcaleros en el estado de Puebla.
*María José Miranda Larios
Estudiante de 5to. Semestre de la Licenciatura en Ciencias Ambientales y Sustentabilidad de la Universidad Iberoamericana Puebla
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