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Después de la matanza cometida en Búfalo por un joven neofascista en contra de la población afrodescendiente que se encontraba en un supermercado, ahora estamos horrorizados por la matanza de 19 niño/as y dos maestras en la pequeña localidad de Uvalde en Texas. No fue un neonazi blanco  quien hizo esta  nueva matanza, sino un perturbado adolescente de origen mexicano quien la cometió. No podemos hablar en este caso de un crimen sustentado en un odio supremacista blanco, sino de un agraviado y furioso muchacho hijo de un hogar desintegrado y que había sido objeto de bullying cuando era niño. ¿Cuál es la razón por la que vinculo la infamia de Uvalde con el neofacismo y el racismo?

Porque no creo que la explicación del crimen deba reducirse a un problema mental como se han apresurado a afirmar Greg Abbott el reaccionario gobernador de Texas, la National Rifle Association (la organización que representa a los fabricantes de armas en Estados Unidos) y Donald J. Trump, el invitado de honor a la Convención  de la NRA realizada dos días después de la tragedia. Detrás de todas las masacres cometidas por neofascistas o desquiciados, se encuentra la venta libre de armas cortas y largas. Esa venta que produce miles de millones dólares de ganancias a los armeros.

He aquí  algunos datos difundidos ampliamente después de la masacre infantil de Uvalde: el 58% de los estadounidenses reporta que ellos o sus allegados han vivido violencia con armas de fuego al menos una vez en su vida; 40,000 estadounidenses  mueren anualmente (110 por día) por armas de fuego y 85,000 más resultan heridos; la tasa de mortalidad por violencia armada es 13 veces mayor en EU que en el resto de los países más desarrollados del mundo. En este año de 2022, se han registrado 213 tiroteos masivos en Estados Unidos.

 En ese país la policía mata con armas de fuego a tres personas diariamente. La mayor parte de las víctimas de armas de fuego son poblaciones no blancas.  Un joven negro tiene que ser sumamente cuidadoso en su trato con la policía, porque corre un altísimo riesgo de ser asesinado por la policía debido a que los afrodescendientes han sido estigmatizados como proclives a la delincuencia. La venta libre de armas de fuego se da en un contexto profundamente racista.

En un artículo anterior (https://lahora.gt/opinion/carlos-figueroa/2022/05/19/la-masacre-en-bufalo-racismo-y-neofascismo/)   mencioné cómo un ideólogo del imperio estadounidense y académico de Harvard, Samuel P. Huntington,  expresó en su libro El choque de civilizaciones y la reconfiguración del orden mundial (1996)  el profundo temor que le ocasionada la recomposición étnica o racial que provocaba la migración desde el sur global y la desigual tasa de natalidad entre blancos y el resto de población estadounidense. Poco antes de morir en diciembre de 2008, constató sus preocupaciones: el 71% de la población hispánica había votado por Barack Obama en noviembre de ese año.

En 2004 Huntington había publicado un artículo en el que señalaba que el continuo flujo de hispanos hacia Estados Unidos, en particular la inmigración mexicana, era una amenaza que acabaría por dividir la nación en dos grupos, dos culturas y dos idiomas. Resulta interesante que Huntington repitiera con respecto a los hispánicos lo mismo que siglos anteriores se dijo con respecto a los judíos y ahora se dice con respecto a los musulmanes: era población que no se integraba a la cultura estadounidense.

Lo expresado en un artículo académico por Huntington, se reproduce  de manera racista en las redes sociales neofascistas: un tuitero que se hace llamar Real Defender  pregona que el asesino de Uvalde antes de matar a lo/as niño/as se había enfrentado a tiros con una patrulla fronteriza porque era un extranjero ilegal buscado por asesinato en El Salvador. El mensaje racista termina culpando a Biden  del asesinato por ser flexible con los migrantes.

Biden  y el establishment demócrata-republicano  ciertamente son los responsables principales de lo  que acontece en Ucrania. Pero los responsables del baño de sangre que hoy observamos en Estados Unidos son el Partido Republicano y la derecha neofascista que lo apoya. Dicho partido es el más beneficiado por los fondos que provienen del lobby de las empresas defendidas por la NRA. Una de ellas, la compañía Daniel Defense,  productora del AR-15 que usó Salvador Ramos para la matanza infantil, difundió por Twitter una foto publicitaria de dicha arma semiautomática en la que un niño sentado la toma en sus manos, mientras una leyenda dice “Educa al niño en un camino que debe seguir y, cuando sea viejo, no se apartará de él”.

Trump, el gobernador Abbott, la derecha neofascista en Estados Unidos responden a la repulsa creciente a la venta de armas, diciendo que las matanzas que allí observamos no son producto de que un adolescente pueda comprar  con facilidad dos armas semiautomáticas. La causa  según ellos es que  hay gente indeseable que llega a portarlas. ¿Quiénes son los indeseables? Los negros que son proclives a la delincuencia, los pardos y amarillos que invaden por las fronteras ante la mirada impasible de los cómplices de los migrantes, aquellos que no están de acuerdo con el muro que pregonó Trump.

He aquí lo que está detrás de la matanza de Uvalde.

*Las opiniones expresadas en esta sección son de exclusiva responsabilidad de quienes las emiten y no representan necesariamente la línea editorial del portal de noticias Ángulo 7.

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