El gobernador Miguel Barbosa Huerta aseveró que presentarán una denuncia por las afectaciones provocadas por el hotel Rosewood en los túneles que conectan a lavaderos de Almoloya; “las autoridades deberán definir si hay responsables”.
En la rueda de prensa matutina, el mandatario aseguró que darán a conocer los daños a este sitio histórico en la zona de San Francisco pues “es un asunto de legalidad”.
Resaltó que en administraciones pasadas era una constante desmantelar los monumentos históricos para, en ocasiones, “llevárselos a otros lados”, así como se crearon fidecomisos y comodatos que se dieron por hasta 90 años, a costa del patrimonio.
Reprobó la “manía” de gobiernos anteriores para que “los monumentos no fueran de la gente, sino de privados. Es brutal, era un poder desquiciado”.
Apenas este jueves, Barbosa Huerta explicó que su administración presentará un proyecto al Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) para reparar los daños que ocasionó la ampliación de desagües para convertirlos en túneles que pasan por debajo de los lavaderos de Almoloya, obras a cargo del hotel Rosewwod y permitidas en administraciones pasadas, lo que incluso pone en riesgo de colapso el lugar.
Por su parte, el arquitecto del INAH, Enrique Gómez, señaló que las condiciones en las que encontraron los túneles presentaron escurrimientos en la zona y hay un problema de inestabilidad, pues “con el agua que escurre del mismo procedimiento de lavado de textiles hubo una pérdida de tierra que se encontraba entre la bóveda de canalización y el piso que se utilizaba”, comentó.
“Esa pérdida de materiales convierte al sistema como una doble capa en la que no existe esa conexión que era la función con la que la tierra permitía la transición de esas cargas, se pierde el material y ahora nos encontramos en una inestabilidad total”, agregó.
