La investigación del caso del bebé de seis días de nacido encontrado muerto en un basurero del Cereso de San Miguel en la ciudad de Puebla lleva un avance importante y está en proceso de esclarecerse, sostuvo el gobernador Miguel Barbosa Huerta.
A una semana del hallazgo, el mandatario recordó que se trata de un caso “grave y muy complicado” que habla de la descomposición social.
Al reconocer que ha habido mucha especulación, y sin decir nombres, mencionó que “hay activistas” que se dedican a protagonizar y hacer aseveraciones sin sustento.
Resaltó que “pronto” estará al conocimiento de la ciudadanía lo que pasó de manera probada, augurando que los hechos serán distintos a los que se ha ido filtrando.
“¿Dónde nació el niño? ¿Cuándo falleció? El tema de la cirugía en su cuerpo. ¿Quiénes son sus padres, en qué hospital lo atendieron, quiénes, quién lo introdujo el reclusorio?; todo, las razones para hacerlo, todo se esclarecerá y todos los que dijeron cosas van a silenciarse”, remató.
Este 20 de enero, Saskia Niño de Rivera, presienta de la organización Reinserta, usó sus redes sociales para informar que el bebé fue robado de la Ciudad de México, así como exigió a Ernestina Godoy Ramos, fiscal General de Justicia de dicha entidad, que informe cómo “se pudieron robar a un bebé de un hospital o una morgue para que acabara en un basurero de Puebla”.
