La zona centro de Puebla se mantiene en color naranja de la pandemia de Covid-19 con cifras estables, pero altas, por lo que de tener un desbordamiento social por Semana Santa la tercera ola de contagios sería mayor que en diciembre y enero, y la hospitalización aumentaría mucho.
En rueda de prensa, el titular de la Secretaría de Salud (SS), José Antonio Martínez García, manifestó que se hicieron dos proyecciones, una sin el periodo vacacional de Semana Santa y la otra si se disparan los números por estos días de asueto.
Refirió que previo a la segunda ola se tenían 230 pacientes hospitalizados, pero con el análisis que se hizo, la tercera lo haría con entre 550 y 600 personas internadas, lo que llevaría a los servicios de salud a un problema mayor en este rubro.
Detalló que, aunque la tendencia es a la baja, ha sido muy lento, pues el índice de positividad está en el 40 por ciento y el número de casos igual ha tenido una disminución, aunque con una meseta alta que se tiene entre 100 y 200 al día, como se ha dado recientemente.
“El problema es si se desborda en Semana Santa vamos a tener consecuencias de 15 a 20 días después que nos podrían poner la hospitalización muy elevada y esto generar que se empiece a escasear los medicamentos y oxígeno, por ello pedimos que se cuiden todos”, pronunció.
Sobre el tema, el gobernador Miguel Barbosa Huerta manifestó que las vacaciones ya empezaron y el comportamiento social de las personas es el relajamiento, pues muchas personas salen a centros vacacionales, mientras que otras llegan y la sinergia entre personas aumenta, lo que conlleva a que el aumento de contagios igual se tenga presente.
Aseveró que los exhortos que hacen son válidos, necesarios y obligatorios, pero la reacción de los ciudadanos “ya no se espera mucho”, pero deben seguir insistiendo en ello, aunque reconoció que “ya no hay forma” en que la gente entienda que debe cuidarse.
Puebla capital se mantiene en riesgo alto
En su intervención, Jesús Ramírez Díaz, subsecretario de Gobierno Digital, manifestó que de las seis regiones en que se dividió el estado, Puebla capital y la zona conurbada se mantienen en naranja, que es riesgo alto, aunque con tendencia estable, pero con cifras altas.
En el caso de las zonas de Tehuacán y Zacatlán están en amarillo y se mantiene estable, mientras que en las de Izúcar de Matamoros, Tecamachalco y Teziutlán, igual están en amarillo, pero van a la baja.
El funcionario estatal explicó que se ha presentado un descenso lento, pero en Puebla capital y la zona metropolitana se tiene una meseta alta misma que se consolidó durante marzo, por lo que la principal preocupación radica en que en esta condición de riesgo alto se estarán desarrollando actividades de Semana Santa.
“En diciembre enfrentamos una segunda ola con niveles muy por debajo a las cifras que había previamente a esta etapa, de ahí la importancia a mantener las medidas de prevención para evitar un incremento como el que hubo en la temporada navideña, ya que de no hacerlo las consecuencias podrían ser mayores que las que hubo en enero”, pronunció.
