El presidente, Andrés Manuel López Obrador, señaló que la Consulta Popular sobre el juicio a expresidentes, realizada el domingo, es el inicio formal y legal de un proceso de participación ciudadana, a pesar de que no se logró la votación para que sea vinculante.
En su conferencia de prensa matutina, felicitó a los más de 6 millones de ciudadanos que acudieron a las urnas, pues “aún con lo confuso de la pregunta, la gente sí se dio cuenta de lo que se trataba”.
Destacó que en marzo del próximo año se realizará la revocación de mandato, en la que la población determinará si quiere que continúe en el puesto o no, por lo que espera una mayor participación y que la práctica de la consulta ciudadana se convierta en una cultura, que se heredará a las próximas generaciones.
Refirió que independientemente de que no se logró el porcentaje de participación para que sea vinculante, pues sólo fue del 7 por ciento y se requería del 40 por ciento, “se echó a andar un mecanismo democrático para que nadie se sienta intocable y no se deje de respetar al pueblo que es el soberano”.
Hubo pocas casillas por voluntad de INE, no por presupuesto
Aseveró que la poca instalación de casillas no fue un asunto de presupuesto del Instituto Nacional Electoral (INE), sino de voluntad, pues siempre estuvieron en contra de realizar el ejercicio y de la democracia.
Criticó la escasa difusión en medios de comunicación sobre el tema, ya que “no les conviene”, pues antes eran los que mandaban e incluso lograron imponer a un presidente.
Asimismo, indicó que “ojalá los legisladores” puedan bajar el porcentaje necesario para hacer vinculante, es decir, que tenga efectos la decisión en una Consulta Popular, además de que se empaten con los comicios.
Recuerda consultas anteriores
Expuso algunas de las consultas ciudadanas que se han realizado en la historia reciente del país, como la de la reforma política en el entonces Distrito Federal, en 1993, donde votaron más de 300 mil; la del Fobaproa, en 1998, donde sufragaron más de 2 millones de personas, el 96 por ciento en contra de que se aprobara, y sobre la cancelación del Aeropuerto de Texcoco, donde más de un millón opinó.
Manifestó que en 2013, cuando era presidente Enrique Peña Nieto, se reunieron firmas y todo lo necesario para realizar una Consulta Ciudadana respecto a la aprobación de la reforma energética, pero fue negada la posibilidad, y la puesta en marcha de la política generó una afectación a las finanzas públicas y la economía popular.
Criticó que haya personajes a los que sólo les interesa el poder, pero no el pueblo ni su opinión, además de que señalan como una pifia el resultado del ejercicio electoral, cuando en realidad “la democracia nunca frasaca”.
