Tras retirar al senador Gabriel García Hernández como titular de la Coordinación de Programas de Bienestar, el presidente Andrés Manuel López Obrador pasó las funciones de esta oficina a su secretario técnico, Carlos Torres Rosas, para fusionar ambas instancias.
Este viernes, durante su conferencia de prensa matutina, el mandatario confirmó la salida de García Hernández, y reiteró la versión de que este ahora exfuncionario regresa al Senado a cubrir la vacante que deja Alejandro Peña, quien se va a asumir un cargo en Morena.
“Y lo va a sustituir quien me ha venido ayudando como secretario técnico de la Presidencia, Carlos Torres, y se va a fusionar la Secretaría Técnica de la Presidencia con la coordinación de atención a las oficinas de Bienestar en los estados, o sea, se hace una sola”, detalló.
De Torres Rosas, quien hasta ahora había permanecido con un perfil bajo, destaca el hecho que llegó en 2019 con el equipo de Allfonso Romo Garza, exjefe de la Oficina de Presidencia, quien dejó el cargo el pasado.
El funcionario, de 34 años, es licenciado en Ciencias en Administración de Empresas por la Universidad de Bath, del Reino Unido, y es oriundo de Durango.
En su trayectoria, no resaltan puestos en gobiernos, pero sí en Fairlife, propiedad de Coca Cola, como administrador, de 2015 a 2018.
Ahora quedará con las funciones de coordinar las oficinas de Bienestar en los estados y, por ende, a más de 2 mil Servidores de la Nación que son los encargados de realizar los censos del Bienestar para que las personas puedan acceder los diversos programas federales.
Tras las elecciones del 6 de junio, donde su partido ganó 11 de 15 gubernaturas, el mandatario reiteró que su gobierno dará “más apoyos a los pobres, siempre los pobres primero”.
También indicó que se prestaría mayor atención a la gente de la Ciudad de México, donde su partido perdió más de la mitad de las alcaldías y diputaciones locales ganadas en 2018.
Vale resaltar que, en la Ciudad de México, García Hernández, tenía fuerte influencia política durante los pasados comicios. Sin embargo, la gestión del senado acumuló quejas desde 2019 por deficiencias en el Censo del Bienestar.
LPR
