Todo poblano sabe que la temporada de los Chiles en Nogada, platillo típico de la entidad, inicia en julio y concluye en septiembre, pero pocos saben las historias que rondan a este manjar creado en la época de la Nueva España hace 200 años, por lo que aquí te dejamos algunos datos que tal vez no conocías.
La creación de este platillo se atribuye a las madres agustinas del Convento de Santa Mónica, quienes en 1821 hicieron una peculiar mezcla para celebrar la independencia de México y en homenaje a Agustín de Iturbide.
Sin embargo, esta versión está puesta en duda por el arqueólogo Eduardo Merlo, quien señala que el caudillo sí probó este platillo, pero no fue inventado en su honor, pues ya existía, aunque no como plato fuerte, sino como postre, y el hecho de que las monjas se atribuyeran la invención fue para hacer sentir especial al invitado; lo que sí habría sido su idea es el baño de nuez sobre el chile capeado.
Por su parte, estudiosos de la cocina mexicana refieren que la receta de los Chiles en Nogada como se conocen hoy en día no aparece en documentos escritos hasta la segunda mitad del siglo XIX, por lo que sugieren que surgió tras diversas recetas familiares en la entidad que unieron sus preparaciones para uniformarlas.
Pero esta no es la única versión, pues hay una del escritor Artemio de Valle Arizpe que narra que en el ejército Trigarante había tres soldados con novias de Puebla, quienes emocionadas con la independencia del país y por tener de vuelta a sus enamorados crearon este platillo para festejarlo; en honor de la bandera decidieron elegir ingredientes con los colores verde, blanco y rojo.
Lo especial de los Chiles en Nogada es que se preparan con frutos de temporada, pues de lo contrario no saben igual, entre ellos están la pera de san juan, el durazno, la manzana panochera y la nuez de castilla.
Dichos ingredientes van mezclados con carne, plátano macho, almendras, cacahuate, uva pasa y el incomparable piñón rosa; por su parte, el chile debe capearse para juntar en uno los sabores agrios y dulces del incomparable platillo que irá bañado de nuez molida con queso y licor.
De acuerdo con la historia de la creación por las monjas del convento de Santa Mónica, este 2021, el platillo cumple 200 años.
Fuentes: National Geographic, Camino Real
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