Los beneficios que prometía la reforma energética de 2013 para la Comisión Federal de Electricidad (CFE) no se cumplieron, incluso se crearon empresas desleales y había tendencias para desaparecer la empresa, señaló Rubén Cuevas Plancarte, director de Administración de la CFE.
Cuevas Plancarte reiteró el fracaso de la reforma para la CFE y el Sistema Eléctrico Nacional (SEN) durante las reuniones informativas con trabajadores este 5 de noviembre; destacó que será transparente la actual iniciativa de reforma energética, impulsada por el presidente de la República, prueba de ello son dichos encuentros donde informan detalladamente la propuesta.
Igualmente, señaló que pese a que en 2013 se mencionaba que el Estado no perdería el control del sistema eléctrico, el Centro Nacional de Control de Energía (Cenace) solo despacha entre el 38 y 39 por ciento de la electricidad de la CFE y bajo este esquema, el sector privado tendría el control del mercado eléctrico en pocos años: “La tendencia es que desaparecería la CFE”, expresó.
También criticó la creación de empresas desleales como las sociedades de autoabasto, que según el directivo, encubren un fraude a la ley y una posible evasión de impuestos al reportar como socios a quienes en realidad son clientes, esto pese a que en 2013 la reforma planteaba la creación de un mercado competitivo que otorgaría a la CFE incentivos para ser más eficiente.
Además, dijo que actualmente hay un exceso de permisos y una sobreoferta de electricidad pese a que la reforma de 2013 prometió un proceso de interconexión transparente y eficaz en el otorgamiento de acceso a la red de transmisión, no obstante, la Comisión Reguladora de Energía (CRE) otorgó permisos sin considerar la estabilidad del SEN.
Objetivos fallidos
Cuevas Plancarte dijo también que uno de los objetivos era reducir los costos del servicio eléctrico para la población y la industria, pero solo se otorgan beneficios económicos ilimitados al sector privado con tarifas mínimas y preferenciales, pues expuso que no pagan el costo real de utilizar la red de Transmisión de CFE, ni el respaldo a las energías intermitentes.
Otro supuesto objetivo era asegurar la confiabilidad, calidad, continuidad, sostenibilidad y eficiencia del suministro eléctrico, pero suceden casos como el de febrero de 2021 en el que, tras el alza de precios de combustibles, los generadores privados apagaron sus centrales y la CFE tuvo que satisfacer toda la demanda de energía en una crisis le costó a la Comisión 75 mil millones de pesos.
Editado por Paola Macuitl Gallardo
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