Al condenar los recientes asesinatos de Alfredo Cardoso Echevarría y Fredy López Arévalo, la CNDH señaló que, por su magnitud, estos crímenes son ya un problema de Estado, por lo que urgió a los tres órdenes de gobierno acabar con la impunidad y proteger al gremio.
Este martes, en el marco del Día internacional para poner fin a la impunidad de los crímenes contra periodistas”, la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) enfatizó que la mayor parte de los asesinatos contra periodistas son cometidos por el ejercicio de su profesión.
A través de un pronunciamiento, señaló que estos delitos involucran al crimen organizado y a autoridades locales.
Además, advirtió que hay desplazamientos que la propia violencia o las amenazas generan, los cuales no solo limitan el ejercicio periodístico, sino que afectan la estabilidad de sus familias.
En cuanto a la impunidad, refirió que de cada 10 periodistas asesinados en todo el mundo, solo en un caso se hace justicia.
Aunque no mencionó el caso de México en específico, cabe recordar que, en octubre, la Segob reconoció que, de 47 periodistas asesinados entre diciembre de 2018 a septiembre de 2021, la impunidad es del 89.3 por ciento.
Ante esta situación, la CNDH urgió a que las Fiscalías asuman su responsabilidad como autoridad investigadora y se concentren en la identificación y el enjuiciamiento de los responsables.
Estas investigaciones no solo deben abarcar los casos de asesinatos, sino también por las amenazas de violenci, sobre todo al tener en consideración que, de los 139 periodistas que fueron asesinados entre los años 2011 y 2020 en América Latina y el Caribe, el 41 por ciento de ellos había recibido amenazas antes de su asesinato.
En cuanto a los desplazamientos forzados, señaló que es necesario encontrar una solución integral con políticas públicas y medidas emergentes, de manera que se cuente no sólo con protección transitoria, sino que se reconstruya el tejido social, indispensable para la recuperación de la paz a que tienen derecho las y los ciudadanos de este país.
En este sentido, llamó al Estado mexicano, esto es a los tres órdenes de gobierno, así como a los organismos civiles y sociedad en general, a construir mecanismos eficaces para atacar el problema de fondo, prevenir las agresiones y acabar con la impunidad
Asimismo, planteó que los delitos contra periodistas por su labor deben ser entendidos como atentados a nuestro derecho colectivo a la información y se crean las llamadas zonas de silencio.
