Este jueves Ian y Carlos, de cinco y 17 años, fueron sepultados en un panteón de Atlixco, tras perder la vida el pasado martes al ser arrollados por un conductor ebrio; entre caravanas de automóviles y motocicletas adornados con globos, familiares y amigos exigieron justicia.
La misa se llevó a cabo en la funeraria Puebla, ubicada en la colonia los Ahuehuetes, al mediodía para después partir al panteón donde los restos de los menores de edad fueron sepultados.
Una carroza fúnebre trasladó los ataúdes blancos, mientras que decenas de vehículos particulares adornados con globos acompañaron el trayecto, a lo largo del cual hicieron sonar sus cláxones.
A la caravana también se unieron taxis y motociclistas quienes, además de los globos, pusieron cartulinas con consignas para despedir a los menores y exigir justicia por su asesinato.
Fueron cientos los asistentes que se reunieron para dar el último adiós al niño y al adolescente, que fueron despedidos entre aplausos y porras al llegar al panteón donde sus cuerpos fueron enterrados.
El miércoles, durante el velorio, la mamá de Carlos señaló que lo único que le pedía a la Fiscalía General del Estado (FGE) era que el homicidio no quede impune y que Alan “N”, responsable del accidente, pague por lo que hizo, al manejar en estado de ebriedad y a exceso de velocidad.
Es necesario señalar que vecinos hicieron una ofrenda en el lugar de los hechos, en la avenida Xilpatlalco, frente a la Unidad Habitacional Infonavit, además de que se está promoviendo una rodada para exigir que se aplique todo el peso de la ley contra el responsable.
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