Por primera vez, los curas católicos no deberán dibujar la tradicional cruz en la frente de los fieles durante la celebración del Miércoles de Ceniza, sino que sólo dejarán caer una pequeña cantidad de dicho polvo sobre la cabeza, a fin de evitar contagios de Covid-19.
Así lo instruyó la Congregación para el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos del Vaticano, sede de la Iglesia, y agregó que en los templos se deberán acatar todas las medidas sanitarias, como uso de cubrebocas y aplicación de gel antibacterial.
De acuerdo con la inaudita orden, el cura se dirigirá a cada fiel con una de estas fórmulas: “Convertíos y creed en el Evangelio”, o “Acuérdate que eres polvo y en polvo te convertirás”.
Acto seguido, tomará la ceniza y la dejará caer sobre la cabeza de cada feligrés, a fin de evitar el contacto.
En el credo católico, el Miércoles de Ceniza marca el inicio de los 40 días en los que la iglesia llama a los fieles católicos a prepararse para los misterios de la Pasión, muerte y resurrección de Jesucristo en la Semana Santa.
