Juan Enrique Rivera, conflicto de interés en la LXI Legislatura
Rodolfo Ruiz en su columna La Corte de los Milagros, publicada en E-consulta, indica que en la integración de las comisiones de la LXI Legislatura del Congreso del Estado hay cuestiones que no checan y se prestan a malas interpretaciones, por ejemplo, el nombramiento de la presidenta y el secretario de la Comisión Inspectora de la Auditoría Superior del Estado, Olga Lucía Romero Garci Crespo, y Juan Enrique Rivera Reyes, respectivamente.
El trabajo de Romero Garci Crespo en la LX Legislatura dejó mucho que desear. Ella y otros diputados de la 4T prometieron investigar y sancionar a gobernadores y a funcionarios de administraciones estatales anteriores, pero nada de eso ha ocurrido, ni ocurrirá. La fiscalización de las cuentas públicas siguió obedeciendo a consignas partidistas, a deseos de venganza y no a un interés genuino de mejora, transparencia y rendición de cuentas.
De ahí que no se entiende por qué nuevamente fue designada como presidenta de la Comisión Inspectora en la LXI Legislatura.
Lo mismo sucede con el priísta Juan Enrique Rivera. Su nombramiento como secretario de la comisión levanta suspicacias, pues el ex presidente municipal de Chignahuapan aún tiene cuentas pendientes de su gestión durante el periodo de 2014-2018, y un amparo para no ser sancionado o procesado por un supuesto desvío de más de 500 millones de pesos.
A poco ahora que es legislador el ex presidente de Chignahuapan se va a excusar de no participar en la discusión y aprobación de sus cuentas públicas pendientes, o en la de otros alcaldes contemporáneos suyos que todavía tienen pliegos de cargos pendientes de solventación.
Empresario presume influencia del gobierno estatal para que le autoricen festival del globo en Atlixco
Fermín Alejandro García en su columna Cuitlatlán, publicada en La Jornada de Oriente, indica que para el próximo fin de semana está programado la realización del Primer Festival del Globo en el Parque Xtremo de Atlixco, un evento con el que se pretende reactivar el turismo en el estado de Puebla. Sin duda es una actividad que parece ser muy atractiva. El problema que enfrenta es que, a cuatro días de que se lleve acabo, los organizadores no tienen los permisos municipales ni han contratado las pólizas de seguros que se piden para este tipo de espectáculos.
Lo peor de esta situación es que los organizadores lejos de buscar solventar esas obligaciones quisieron usar supuestas influencias del más alto nivel del gobierno del estado, lo que ha tensado su relación con el ayuntamiento de Atlixco y está a punto de provocar la cancelación del festival en cuestión.
Quien está atrás de este festival es Andrés de la Luz, el presidente de la Asociación de Centros Comerciales Puebla (Acecop), un personaje que antes de ser empresario fue funcionario público estatal en las secretarías de Finanzas y de Gobernación, así como del DIF, además de haber sido director administrativo del Club Alpha.
La forma, no el fondo, en las protestas en la UDLAP
Alejandro Mondragón en su columna Al Portador, publicada en Status Puebla, indica que Lo que no se obtiene en tribunales, se pretende ganar en las calles con protestas, por parte de lo que aún queda en la Universidad de las Américas.
El conflicto que inició en el seno familiar, escaló al ámbito de los integrantes de la Fundación Mary Street Jenkins para seguir con prófugos de la justicia y demandas legales.
Es el cuento de no acabar, porque la justicia sigue sin resolver de fondo este problema de los desvíos millonarios de la Fundación hacia paraísos fiscales.
La del domingo fue una marcha en la que se señala un problema de forma, no de fondo, porque hoy es la hora en la que propia Fundación Jenkins no ha procedido legalmente contra el exrector Luis Ernesto Derbez y cómplices por los desfalcos a la institución.
Tampoco Derbez, en su momento, denunció los desvíos de los recursos del patronato, porque ese es el fondo: la Fundación y la administración central de la UDLAP fueron cómplices de las irregularidades que son, precisamente, las que tienen en el ojo del huracán a la propia universidad.
Los Gobernadores y el 2024
Valentín Varillas en su columna La Tempestad, publicada en Status Puebla, indica que sí, la cámara de diputados ocupaba un lugar importante en las prioridades electorales de Palacio Nacional en este 2021.
Cómo no, si ahí se van a sudar las calenturas que tienen que ver con las reformas constitucionales que quiere perfilar el presidente en la segunda mitad de su sexenio.
Sin embargo, la conformación de la cámara baja del legislativo federal no fue, como se vendió, la auténtica joya de la corona.
Las gubernaturas que estuvieron en juego en junio pasado, por otra parte, acabaron siendo lo más importante del botín.
Y ahí, los resultados no pudieron ser mejores para el partido en el poder.
Velocidad tortuga en Morena
Enrique Núñez en su columna Contracara, publicada en Intolerancia Diario, indica que tuvieron que pasar más de 5 meses de la detención del exdiputado Benjamín Saúl H. C., para que Morena decidiera que no era un militante digno y lo diera de baja de sus filas.
La “expulsión” del hombre que se encuentra tras las rejas, acusado por violación de menores, refleja los vicios de un partido que se presume diferente a las otras fuerzas políticas.
Es increíble que con toda la protección que recibió Saúl H. C., en San Lázaro fuese más fácil y rápido desaforarlo que cortarle los derechos partidistas, mismos que dentro de prisión habría perdido.
El tortuguismo con el cual operó la Comisión Nacional de Honestidad y Justicia (CNHJ) le cargó a Morena todo el desprestigio que el legislador arrastró en las pasadas elecciones.
Junto a Mauricio Toledo, de quien lo último que se supo es que andaba en Chile, Saúl fue el rostro de los peores candidatos de Morena en Puebla, al grado que el distrito por el cual buscaba su reelección fue ganado por la alianza opositora.
