– Negligencia, capricho u obsoletas prácticas políticas

Puntualizando los datos que yo tengo, quiero hacer una reflexión al problema energético que han vivido los mexicanos y más aún quienes arriesgan su capital para dar empleo a otros mexicanos, sí, me refiero a los empresarios.

Antes de esa puntualización permítame darle a conocer el panorama general en cuanto a producción y manejo del Gas natural:

En México, el 60 por ciento de la electricidad se genera con gas natural, casi el 80 por ciento del que se dispone se compra a Estados Unidos, principalmente a Texas.

¿De dónde obtiene México gas natural?

Casi el 80 por ciento del que se dispone se compra a Estados Unidos, principalmente a Texas, que es el líder de producción de petróleo y gas en ese país.

Debido al temporal de invierno sus instalaciones y ductos, se congelaron, y el precio del poco que había disponible se disparó hasta 5000 por ciento, según la CFE.

¿En México no hay gas?

Es la pregunta seguramente de muchos mexicanos.

En México sí hay gas natural que podría extraerse y que de hecho ya extrae Pemex, aunque en los últimos años la producción ha ido a la baja.

Cifras según Pemex:

En 2009, se produjeron 7,031 millones de pies cúbicos diarios de gas natural; para 2015 se producían 6,401 millones, para 2018 la cifra bajó a 4,847 millones, en 2019 fue de 4,894 y el año pasado de 4,852.

Es una reducción en la producción nacional de gas natural de 30 por ciento, si se compara 2009 con 2020.

Esto se da aunque han sido identificadas zonas de gran potencial para extraer gas natural, como las de Burgos, Sabinas, Picachos y Tampico-Misantla.

El problema es el costo de explorar y extraerlo, y es más barato comprarlo que producirlo.

Varios especialistas han explicado que Pemex obtiene más ganancias produciendo barriles de petróleo que gas natural, que además Texas vende al precio más bajo del mundo.

Ahora sí, veamos los puntos claves

1.- En México sí había un plan para extraer gas natural en México, el de la reforma energética con la participación de privados, subastas y licitaciones.

2.- El Clúster de Coahuila, asociación que reúne a diferentes empresas, autoridades y centros de investigación, señaló que los apagones pudieron haberse evitado, si el gobierno de López Obrador no hubiera cancelado en 2018 las licitaciones enfocadas en la exploración o búsqueda de gas natural.

3.- La negativa de AMLO de las licitaciones; él ha dicho en reiteradas ocasiones que la Reforma Energética, a su parecer, fue un engaño e incluso un vehículo para la corrupción, con casos como los de los sobornos de Odebrecht.

Que las empresas privadas que obtuvieron 110 contratos con dicha reforma en realidad no producen los energéticos prometidos por el gobierno anterior, así que no habría más rondas ni contratos de ese tipo, hasta que esas empresas dieran resultados.

4.- El año pasado la Asociación Mexicana de Empresas de Hidrocarburos le respondió que, a cuatro años de la firma de los primeros contratos petroleros con la reforma energética, al menos 22 empresas de la industria privada contribuían con 49 mil barriles diarios de petróleo.

Además, el 70 por ciento de los contratos que firmaron las empresas como socias del Estado mexicano eran exploratorios, y que los periodos para llegar a la extracción son de 8 años en promedio. Es decir, que era muy pronto para pedir a privados que tuvieran mayores resultados.

5.- La respuesta de AMLO ante lo que pasa en Texas

El gobierno de López Obrador, ante la carencia de gas natural, recurre a la compra de buques de gas natural licuado, además del uso de más combustóleo, diésel y carbón.

Todo parece estar bien, pues cada cual defiende su postura desde su convicción ideológica o base científica o empresarial, sin embargo es necesario conocer más de lo que se está viviendo en México, en el sector público concretamente.

Aquí algunos aspectos relevantes que ocurren México:

La perdida confianza en la política

Lo que hoy estamos viviendo en el mundo es la pérdida de credibilidad de la política.

Tal vez, como lo dicen algunos analistas, del proceso que estamos viviendo, no va a surgir un nuevo mundo después de esta coyuntura, sino más bien, la pandemia y la crisis económica resultante serán aceleradores del cambio.

Lo cierto es que todo lo que vive en México se deriva de una creciente falta de credibilidad de la política. De una falta de conexión real con los ciudadanos.

Digo lo anterior por los siguientes aspectos que me revelan algunos molestos miembros de la Iniciativa Privada, esos aspectos –señalan- es para aquellos que justifican las fallas de energía eléctrica por las tormentas de Texas; los enumero a continuación:

1) El gas natural se congela a -85C, y es imposible que las tuberías se congelen a las temperaturas actuales. En Texas la temperatura más baja, alcanzó hasta los -12C. Eso es un pretexto del gobierno mexicano.

2) No es la peor tormenta en la historia de Texas, recuerden que en 2004 les cayó una nevada de 45 cm de nieve.

3) En 2004 no hubo afectación al sistema eléctrico mexicano.

4) En Texas los calentadores existentes son mayormente eléctricos, no de gas. Si se va la luz, entonces si se va la calefacción. Los cortes son intermitentes.

5) El costo del gas si subió́ significativamente por la situación en Texas, de $2 por mbtu a $600. (mbtu Unidad de medida de gas natural)

6) El que paga manda, y quien no, le cierran la llave.

No, no se congelaron las tuberías, no es que le den prioridad a su gente, es que al gobierno de México se le congeló la cartera y no quiso pagar al nuevo precio.

Por eso hay problemas de suministro eléctrico, y para compensarlo están afectando a toda la red nacional.

Hoy en la política, no hay algo novedoso

Es importante entender que la política está en crisis, y los factores se pueden llamar o reflejar en corrupción, egoísmo, prepotencia, privilegios y sobre todo ineficacia. La política de hoy tal vez está regresando, para poder subsistir, a versiones antiguas e instrumentos desgastados y los discursos que no resuenan más que en la cabeza de quien lo pronuncia pero los ciudadanos tal vez no solo no los escuchan, ni siquiera los oyen.

Lo que los políticos de ahora requieren es de nuevas propuestas, frescas, distintas, creíbles, empáticas, sinceras, honestas y liderazgos efectivos, que muestre resultados. Que refleje las nuevas características, deseos, aspiraciones y exigencias de la sociedad.

Todo lo anterior viene al caso por lo que sucedió con los energéticos, y es que la gente sí quiere ver resultados porque la tolerancia y la paciencia ciudadana están cada vez más agotadas.

Ojala las explicaciones que da el gobierno federal convenzan al ciudadano y coadyuven a mejorar las condiciones técnicas en el sector público pues de lo contrario sería como ir hacia atrás no solo en la política sino en el manejo de recursos en el país.

¿No cree usted?

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