La participación de la CFE en el mercado eléctrico bajaría del 38, en 2021, al 29 por ciento, en 2024, si permanece el esquema actual heredado por la reforma energética, lo que comprometería el correcto funcionamiento del sistema nacional y subiría las tarifas.
Así lo señaló la iniciativa de reforma eléctrica a los artículos 25, 27 y 28 de la Constitución, presentada por el presidente, Andrés Manuel López Obrador, la cual busca dar prioridad a la empresa productiva del estado y que maneje el 54 por ciento de la industria, dejando el resto a las generadoras de energía privadas.
En el texto se indicó los esquemas mediante los cuales, ha denunciado la presente administración, se daña a la Comisión Federal de Electricidad (CFE) y con ello se perjudica el servicio al consumidor, como el que la energía generada por la empresa pública no es despechada, dando prioridad a las particulares.
Lo anterior, ya que los cambios a la legislación en 2013, cuando era presidente Enrique Peña Nieto, establecen que la energía debe ser despachada a las centrales que ofrezcan un “costo de producción” más bajo, las cuales son las de “renovables”, al no necesitar combustibles para funcionar.
Pierde CFE 222 mmdp por comprar energía a privadas
Sin embargo, dicho esquema toma en cuenta sólo los costos variables (como combustible) y no los fijos (infraestructura y financiamiento) por lo que en realidad la energía más barata la vende CFE, principalmente en las hidroeléctricas, y no las renovables.
A pesar de ello, las centrales de la empresa pública no son despachadas, por lo que tienen que comprar energía a privadas para cumplir con los contratos establecidos, por lo que perdió 222.9 mil millones de pesos, en 2020, sumados a los 215.4 mil millones por no “subir” la luz que produce.
Paga 6 mmdp por certificados de energías limpias
La iniciativa señala que otra “herencia” del pasado gobierno fue que la CFE tiene que comprar certificados de energías limpias a generadoras privadas, pues se le ordenó no participar en las subastas a largo plazo, a pesar de que sus centrales producen el 55 por ciento del total de renovables, lo que ha significado un gasto de 6 mil 159 millones de pesos.
Asimismo, refiere el texto, la Comisión Reguladora de Energía (CRE) otorgó permisos de generación sin ninguna planeación y de manera ilimitada, creando una sobreoferta, por lo que para 2024 se producirán 104 mil megawatts, cuando la demanda estimada es de 52 mil, lo cual podría desestabilizar el sistema nacional.
Hay 239 centrales de “autoabasto” y 77 mil no pagan lo justo
Otro esquema señalado como perjudicial al servicio es el de “autoabasto”, a través del cual un generador finge tener “socios” que en realidad son sus clientes, en su mayoría grandes cadenas comerciales, con lo que tienen los mismos beneficios, como no pagar el precio justo por el porteo (la transmisión de la energía).
En total, existen 239 centrales de autoabastecimiento con 77 mil 767 grandes consumidores “socios-clientes” que evitan pagar las tarifas reales por el servicio, cometiendo un daño al erario.
Además, con la reforma de 2013 a CFE se le dividió en seis empresas productivas subsidiarias, cuya separación genera importantes pérdidas económicas, a lo que se añade el presupuesto para las seis es uno solo y el director de CFE tiene que rendir cuentas de cada una, a pesar de que no controla su administración.
La propuesta refiere que la Cenace y la CRE fueron creadas como organismos autónomos, pero que en realidad responden a intereses privados.
123 proyectos privados fueron financiados por la banca nacional
El gobierno federal destacó que, a pesar de que se dijo que las empresas privadas, como Iberdrola, llegarían a invertir al país, en realidad sus proyectos han sido financiados, a tasas preferenciales y con recursos de las Afores, por la banca nacional.
En concreto indicó que 69 proyectos obtuvieron créditos del Banco Nacional de Comercio Exterior (Bancomext); 36 de Nacional Financiera (Nafin) y 18 del Banco Nacional de Obras y Servicios Públicos (Banobras); un total de 123.