El presidente, Andrés Manuel López Obrador, aseveró que organismos como el Fondo Monetario Internacional (FMI), ya no dictan la política económica del país, por lo que descartó aplicar sus recomendaciones sobre dar incentivos fiscales a empresas.
En su conferencia de prensa matutina, indicó que durante todo el neoliberalismo nunca hubo un plan de desarrollo propio y sólo se aplicaba lo que propusieran los organismos internacionales, como ocurrió con las reformas estructurales de Enrique Peña Nieto.
Refirió que las recomendaciones de dichos institutos han llevado “a la ruina” a distintos países del mundo y aún así las siguen aplicando, como en el reciente caso de Colombia, donde se impusieron más impuestos en plena pandemia, lo que generó protestas.
Agregó que el FMI no ha asumido su responsabilidad en la pasada crisis en Argentina, donde recomendaron que el gobierno adquiriera deuda más allá de su capacidad de pago.
Cabe mencionar que el organismo internacional urgió al país a aumentar los apoyos fiscales a empresas y a realizar una reforma tributaria.
Deuda no crecerá más de 8% en términos reales
López Obrador explicó que en su administración de que la deuda pública se incremente menos de 8 por ciento en términos reales, a diferencia de sus antecesores Felipe Calderón Hinojosa y Peña Nieto, pues se incrementó de 1 billón 700 mil dólares, en 2006, a 10 billones 500 mil, en 2018.
Mencionó que la deuda como porcentaje del Producto Interno Bruto (PIB) es del 49 por ciento, a pesar de la pandemia, cuando en otros países como Brasil, es del 80 por ciento.
Aseveró que el FMI entregará créditos con tasas de interés bajas a todos los países miembros, de los cuales le corresponderán 12 mil millones de dólares a México, que se irán a las reservas del Banco de México (Banxico) y podrían usarse en pagar deuda.
Reitera necesidad de modificar contenidos a libros de texto
En otro tema, el mandatario reiteró la necesidad de modificar los contenidos de los libros de texto gratuitos de la Secretaría de Educación Pública (SEP), pues aún corresponden con la visión individualista del neoliberalismo.
Agregó que la enseñanza debe orientarse al humanismo y recuperar materias como el civismo y la ética, con el fin de combatir concepciones “aspiracionistas” de “triunfar a toda costa”.
