Otorgado por el ayuntamiento tras el enfrentamiento armado entre fuerzas mexicanas y francesas, el 5 de Mayo de 1862, el Panteón Francés se volvió una ofrenda de “reconciliación” entre ambas naciones”, además de un patrimonio cultural para la ciudad.
Así lo comentó el maestro en Patrimonio y en Turismo, Alexis Morales Montiel, en entrevista con Ángulo 7, a quien contó que dicho espacio fue pedido por los representantes franceses tras el conflicto, a fin de darle un “trato digno” a los restos de sus combatientes.
Lo anterior, ya que en ese momento los campos santos de la ciudad no estaban bien regulados ni tenían las condiciones óptimas, como lo sería el de Xanenetla, a unos metros del cerro de Los Fuertes, donde aconteció el conflicto bélico.
Pasado 1890, la Comuna cedió una parte al fondo del Panteón Municipal, para que los franceses pudieran exhumar a sus más de 5 mil paisanos; no obstante, sería hasta 1896 que se daría la “inauguración” del recinto, acto protocolario al que incluso asistió el entonces presidente, Porfirio Díaz Mori.
El académico relató que, como parte de su estructura, el lugar cuenta con una escultura llamada “Monumento Franco-Mexicano”, la cual consta de un soldado mexicano y otro francés, que llamó “el ángel de la paz”, lo cual serviría como una ofrenda de entendimiento entre ambas naciones.
Resaltó que la entrada del presidente tuvo que ver con el reconocimiento que adquirió el lugar, pues fue abierta una entrada aledaña al Panteón Municipal, en lo que ahora es la 11 Sur, para que el entonces presidente “no tuviera que cruzar” todo el camposanto.
Además de la referida estatua, el recinto resguarda diversos mausoleos con distintas formas arquitectónicas, por lo que el experto señaló que se trata de patrimonio cultural único en la ciudad de Puebla.
