Puebla se posicionó entre los estados con más adversidades económicas para las mujeres, pues estuvo en tercer lugar con mayor proporción sin ingresos propios, en segundo peldaño sin recursos suficientes y en quinto puesto con más población femenil sin seguridad social.
Lo anterior de acuerdo con el estudio Barreras. Reporte especial sobre exclusión económica y precariedad laboral de las mujeres en México, elaborado por Acción Ciudadana Frente a la Pobreza.
El informe detalló que los estados con mayor proporción de mujeres sin ingresos propios fueron: Chiapas (66 por ciento), Estado de México (64 por ciento), Puebla (61 por ciento), Querétaro (60 por ciento) y Veracruz (60 por ciento).
Mientras que con más población femenil sin seguridad social estuvieron Chiapas, Oaxaca, Guerrero, Hidalgo y Puebla, con 84, 83, 82, 78 y 78 por ciento, respectivamente.
Entre los lugares con más féminas con ingresos pero que no les son suficientes para cubrir sus necesidades fueron Chiapas, con 79 por ciento; Puebla, con 76 por ciento; Guerrero, con 75 por ciento, Morelos, con 75 por ciento y Oaxaca con 74 por ciento.
Puebla, con trabajos precarios
El documento detalló que en el caso de Puebla, 930 mil 322 mujeres tienen ingresos propios, mientras que un millón 482 mil 446 no lo tienen, otras 169 mil 437 son estudiantes.
Respecto a la participación laboral de las mujeres el estudio indicó que un millón 140 mil 772 están ocupadas, por lo que la tasa de participación fue del 43 por ciento.
Puntualizó que Puebla se encuentra entre las entidades con mayor registro de trabajo precario en las mujeres, pues tiene un alto nivel de trabajos con salarios insuficientes y que no ofrecen prestaciones de ley ni seguridad social.
Riesgo frente a violencia de género
La investigación señaló que la desigualdad de las mujeres tiene un crecimiento económico en el mundo del trabajo. Recordó que la falta de autonomía económica además es un factor de riesgo frente a la violencia de género.
Añadió que en el país hay casi 26 millones de mujeres sin ingreso propio. Las barreras a la participación laboral son más altas para las mujeres y hay una exclusión derivada de roles impuestos que les asignan funciones de cuidados de la familia y el hogar como si fueran naturales.
Indicó que las mujeres que tienen trabajo enfrentan condiciones muy precarias: 62 por ciento trabajan sin seguridad social y 72 por ciento sin ingreso suficiente para lo más básico.
Además de la existencia de las brechas salariales hasta en los trabajos asignados a roles de género femeninos como el trabajo doméstico y menor participación en roles directivos. En promedio, las mujeres deberían trabajar años de 13.5 meses para ganar igual que los hombres y de 14 meses para cubrir el costo de la canasta básica para dos personas.
