Las calles del Centro Histórico de Puebla lucen saturadas de ciudadanos que a días de celebrarse la navidad realizan sus compras, algunos establecimientos tiene largas filas para poder ingresar y hay gente que no respeta la sana distancia, pese a que se han elevado los contagios de Covid-19.
Esta situación no es exclusiva de las principales calles del centro, sino que también se observa esta aglomeración de personas en el Paseo Bravo de la capital poblana, donde incluso hay personas vendiendo sus automóviles.
Además de la aglomeración de compradores, la calle 5 de Mayo es casi intransitable por los puestos ambulantes, por lo que difícilmente se puede respetar la sana distancia entre los ciudadanos, también preocupa que algunos comerciantes y clientes no llevan el cubrebocas bien colocado o no lo portan siquiera.
También se observa que los puestos ambulantes de comida son los más concurridos y en los que no existen medidas de higiene como el lavado de manos constante que recomiendan las autoridades sanitarias para evitar la propagación del virus.
Asimismo, las compras se realizan en grupos grandes, es decir familias enteras salen juntas, incluidos menores de edad y adultos mayores –estos últimos considerados de alto riesgo de enfermar—.
Es por ello que cientos de ciudadanos de la Angelópolis hacen caso omiso a las autoridades y acuden a la zona comercial del Centro Histórico, sin aplicar todas o ninguna medida sanitaria.
Cabe mencionar que hace unos días el gobernador Miguel Barbosa Huerta comentó que es preocupante la situación que se está dando, ya que se ha visto una mayor movilidad debido a la temporada de fin de año, por lo que exhortó a no realizar festejos como brindis y de ser posible, quedarse en casa.
Mientras que el ayuntamiento de Puebla determinó establecer nuevas medidas para el comercio establecido para frenar la ola de contagios por Covid-19 que han ido a la alza en los últimos días, por lo que anunció que los negocios no esenciales deberán cerrar sus puertas a las 7 de la noche.
