El presidente de Irán, Hassan Rouhani, admitió que misiles lanzados por las tropas del país derribaron “por error humano” el avión de la aerolínea ucraniana UIA, cuya caída causó la muerte de las 176 personas que iban a bordo el pasado 8 de enero.
Lo anterior, en contradicción con la primera versión oficial, que indicaba una “falla mecánica” como la posible causa del siniestro, ocurrido en medio del ataque iraní a dos bases con militares estadounidenses en Irak.
A través de Twitter, Rouhani informó que la investigación interna de las Fuerzas Armadas había concluido “causaron el horrible accidente del avión ucraniano y la muerte de 176 personas inocentes”, además de asegurar que las investigaciones identificarían a los responsables.
Asimismo, el gobierno informó que el presidente envió oficialmente disculpas y condolencias a las familias de las víctimas en Ucrania, así como a su homólogo de esa nación, Vladímir Zelenski.
En consecuencia, cientos de iraníes salieron a las calles de Teherán, la capital del país, a protestar con fuertes consignas contra el sistema de gobierno islámico, la Guardia Revolucionaria e incluso contra el líder supremo, Alí Jameneí, a quien exigieron destituir mediante referéndum.
Y es que en la aeronave Boeing 737, derribada minutos después de despegar del aeropuerto de Teherán rumbo a Kiev, murieron 82 iraníes, 57 canadienses, 11 ucranianos, 10 suecos, cuatro afganos, tres alemanes y tres británicos,
Por su parte, Justin Trudeau, primer ministro de Canadá, exigió a Irán asumir la responsabilidad del siniestro e indemnizar a las víctimas.
En tanto, Donald Trump, presidente de Estados Unidos, advirtió a Irán que no teme represalias contra quienes protestan contra su gobierno, pues el mundo y su país “están observando”.
