Las autoridades australianas informaron que los incendios registrados en Nueva Gales del Sur, el estado más afectado por la ola de calor, ya están controlados, pero ahora tienen que controlar las inundaciones.
El pasado 13 de febrero, en un comunicado en Twitter, el Servicio de Bomberos Rurales (RFS) de Nueva Gales del Sur señaló que: “No todos los incendios están extinguidos, todavía hay algunos en actividad en el sur del estado, pero todos están controlados por lo que podemos concentrarnos en ayudar a la gente a reconstruir”.
In what has been a very traumatic, exhausting and anxious bush fire season so far, for the first time this season all bush and grass fires in NSW are now contained.
It has taken a lot of work by firefighters, emergency services and communities to get to this point. #nswrfs pic.twitter.com/RhqmcYhJ1j— NSW RFS (@NSWRFS) February 13, 2020
Los incendios cobraron 33 vidas en el país, destruyendo más de 24 mil hogares en Nueva Gales del Sur, así como se quemaron más de cinco millones de hectáreas de arbustos y praderas.
Las lluvias contribuyeron al control de estos incendios, pero ahora están causando problemáticas pues en semanas pasadas ya hubo afectaciones con casi 110 mil propiedades se quedaron sin electricidad en varias zonas del estado de Nueva Gales del Sur.
De igual forma, los servicios de transporte público funcionan de manera limitada.
Asimismo, este jueves, varios pantanos cerca de Sídney se desbordaron tras días de lluvias torrenciales, que afectaron calles y algunas viviendas.
Las autoridades están a la espera de nuevas lluvias que podrían ser las más importantes en 30 años, por lo que los servicios de emergencia solicitaron a los ciudadanos que no ingresen a los flujos de agua y cumplan con las solicitudes de evacuación ordenadas por las autoridades.
Editado por: Alfredo Joel Ramírez Espinoza
