La hora de las feministas y la protesta organizada
Pasar del discurso a la organización, más allá de pequeños grupos
Los tiempos parecen enredados. La cuarentena y el distanciamiento social nos ha enseñado muy distintas facetas de la realidad. Las decisiones gubernamentales aún más. En estos días irá a Tabasco el presidente Andrés Manuel López Obrador, valiente, desafiante, ha viajado al sur por tierra, para no ponerse el tapabocas, como un macho cabrío, integro, sin ceder. La lucha eterna de los machos por lograr territorios, armar las guerras y/o convertirse en apóstoles.
Mientras viaja, un grupo de mujeres, feministas, se han aliado para iniciar una campaña nacional, vía Facebook y su tecnología de poder ver y oír en vivo una discusión. Esas mujeres con el símbolo de campaña “nosotras tenemos otros datos”, de cara a la incapacidad gubernamental para explicarnos porque se cerraron los Centros de Mujeres Campesinas; para explicar porque desde el púlpito de Palacio Nacional, el jefe de la nación, baja hasta el piso, para responder a quien levemente lo contradice y descalifica, como se le da la gana. Así descalificó a sus colaboradoras al señalar que el 90 por ciento de las llamadas de auxilio por violencia de pareja, eran mentira, eran falsas.
Y si, va para Macuspana, luego que en 17 entidades del país se hicieron protestas, en automóvil, blanco maravilloso para este señor que despacha en Palacio Nacional, y que considera a todas las personas clase media para arriba, cómo abusivos y falsos. Gente que abusa del pobre. Me recuerda mi querido presidente a los curas de los colegios confesionales asustando a las niñas y los niños con el infierno y el diablo. Con la maldad y las brujerías. Contra todo lo que no signifique sacrificio y busque el perdón.
No es así cómo se puede lograr la 4T y la democracia. No es por el camino de división y reyerta del presidente de la República, tampoco por sus moditos machistas, de fortachón, como vaquero de película. Se va de gira, sin tapabocas, en el momento más alto de la pandemia ¿por qué? Porque él lo dice, lo manda, lo sabe, lo va a ejercer. O sea, por el sentido más vulgar del machismo internacional, como Trump, igualito.
Por eso llama la atención el discurso del jefe político de la mayoría en el Senado. De Ricardo Monreal. Llama la atención que dé la bienvenida a la oposición, de la clase que sea, en favor del diálogo y la democracia. Ningún poder puede subsistir sin escuchar a quienes disienten de él.
Miren Ricardo Monreal, ex gobernador de Zacatecas, dijo textualmente, luego de las movilizaciones en 17 entidades del país que “A estas organizaciones les damos la bienvenida a la lucha pacífica y electoral, para que, a través del voto en las urnas, se rectifique o se reafirme la voluntad popular”.
Es posible que este señor haya detectado que las movilizaciones son de la ciudadanía, una crítica y no relacionada con algún partido político. Como estas mujeres de Tenemos otros datos, en su mayoría no de un partido, algunas muy antiguas feministas, si con tendencia a partidos, pero ahora independientes; en esto de otros datos, ciudadanas muchas.
Pero hay otros miles de jóvenes que ni siquiera están en estas iniciativas. Verdaderamente ciudadanas de a pie. Si Monreal le busca un poco más, se dará cuenta que hay muchas personas que no están en la vera de Acción Nacional, donde se arma gran activismo; ni tampoco están a la vera de otros partidos, que han dejado casi de existir.
Peligra quien capte estas inconformidades entre los que buscan ser partido, cosa que se decidirá en el INE y por muy activo que esté Felipe Calderón, no creo que esa ciudadanía crítica y feminista tenga nada que ver.
Lo que quiero decir es que Monreal se adelanta en su postura. Dice que la existencia de la oposición es deseable y necesaria en las sociedades democráticas en un mensaje en redes sociales y en respuesta, reitero, a las caravanas de autos que protestan en contra del gobierno del presidente de la República.
Hizo algo más decir que el surgimiento de frentes u organizaciones que luchen institucionalmente contra el régimen político actual es natural, y debe ser aceptado como resultado de las diferencias que existen en una sociedad en ebullición.
Vaya. No sé qué costo tendrá esta postura. Sociedad en ebullición. Tiene razón, no tardan otras manifestaciones.
Por ejemplo, es mentira que los hospitales estén protegiendo a sus médicos y médicas. Ayer una amiga médica me contó que debe seguir comprando su material de protección, que está asignada a uno de los hospitales más antiguos en tamaño e importancia, como el Adolfo López Mateos. Pero que, si le llega su quincena a tiempo, es una maravilla, pensando en los dos millones que ya no tienen empleo.
Se necesita sensibilidad política para entender lo que pasa en México. No se recomienda el enfrentamiento, cosas que se hace todos los días en Palacio Nacional; tanto como grupos muy crispados a través de las redes sociales y algunos que escriben en medios de comunicación. Lo que se recomienda es la reflexión y un pensamiento mucho más profundo.
Por eso digo. Monreal sabe de qué habla. Por ejemplo, dijo que todas las personas debemos recordar que el próximo año habrá elecciones en 15 entidades federativas y se renovará la totalidad de la Cámara de Diputados; estarán en disputa más de cuatro mil puestos de elección popular, o sea ¿porque no?
Lanzamos candidaturas, o las inscribimos en algún partido político, porque eso es mejor que una protesta no organizada. Si alguien se ve en el espejo de los Estados Unidos, la cosa sería peligrosa, piensan esos viejos priistas, con agudos pensamientos. Mejores elecciones peleadas que desorden. Claro.
Por eso el jefe de morena en el Senado dijo que en 2021 será el momento para organizarse y expresar en las urnas la inconformidad por el desempeño del presidente, de las y los gobernadores, presidentes municipales o legisladores y regidores. “La participación será clave en los procesos electorales de renovación de poderes y de instituciones”, dijo y tiene razón. La vía electoral y democrática. Aunque el presidente de la República se meta hasta la cocina tratando de destruir instituciones autónomas y tratar de manipular al Instituto Nacional Electoral o lo que es peor descalificarlo.
En el 21, de esos miles de puestos, la mitad son para las mujeres como candidatas. Yo creo que llegó la hora de una bancada realmente feministas y de muchos gobiernos municipales con mujeres a la cabeza. Y llegó la hora de ver al pluralismo, MORENA no ha podido dar resultados en el poder local, ni en los estados. El tema de Tabasco es un ejemplo, y también la situación de Veracruz. Ahora parece ser el tiempo.
Por supuesto que en México se puede pensar que se aspira a llegar a ser un país democrático moderno. Habrá entonces que luchas. La trinchera de las feministas son más que palabras. He visto en toda la pandemia y he leído un montón de discursos. El problema, de siempre, es si somos capaces de organizar realmente a las mujeres.
No sé cómo les va en sus foros virtuales. No sé cuántas personas están escuchando éstos, desde las feministas internacionales, patrocinadas por la ONU, hasta las activistas y luchonas de siempre; no sé cómo nos va en las campañas de denuncias de abusos sexuales; no sé cómo nos va en las campañas para lograr justicia para asesinadas y desaparecidas.
Lo que estoy segura es que, si salimos de esta crisis de confinamiento, se levantarán las obreras. Por eso creo que el caso de la fábrica de Tabasco es apenas en la punta del iceberg de la capacidad de protesta de quienes, como las cooperativistas de Exótica Textiles de Macuspana, Tabasco, aprendieron de las palabras, las posturas opositoras y de la protesta civil de Andrés Manuel López Obrador, quien debería seguir siendo un agitador y no un jefe de gobierno, no le queda, no lo sabe hacer, es un desastre.
La falta de empleo o sea de medios de sobrevivencia, puede ser el fin de la historia de la 4T, mientras el presupuesto está etiquetado para los programas del señor presidente. Los y las desempleadas, las que perdieron su negocio, las que no lograrán recuperarse pronto, serán más temprano que tarde, quienes se pongan a la cabeza del cambio.
Ojalá escucharan a personajes como Ricardo Monreal. Conste que lo que dice no es profético, es política pura. Veremos.
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