Al cierre del tercer trimestre de 2020, 12 obras de edificios corporativos están detenidas por la pandemia de Covid-19 y se aplazaría terminarlos hasta dos años, aunado a que Puebla está alcanzando niveles de sobreoferta del 20 por ciento.
Pablo López Gallardo, director de investigación de la consultoría Solili, que evalúa trimestralmente la actividad inmobiliaria en renta de oficinas y espacio industrial de 12 ciudades del país, explicó que tres de esos proyectos inmobiliarios se iniciaron a principios de año, pero están detenidos y eso implicará que haya retrasos en los trabajos.
Ahondó que los edificios tardan de dos a tres años en terminarse, por lo que si alguno pensaban entregarlos en 2021, ahora será hasta el 2022 o 2023 dependiendo de la magnitud del proyecto, pero también no es negativo, porque hay el mismo panorama a nivel nacional.
“Lo que sí observamos es que el sector de oficinas continúa siendo atractivo para los corporativos de empresas instaladas en la Ciudad de México que buscan tener una subsede en Puebla y eso motiva a lo desarrolladores locales en hacer más proyectos”, destacó.
Puntualizó que en el caso de los proyectos detenidos o que tienen mínimo avance, los cuales representan 96 mil metros cuadrados, son de clase A, por ofrecer espacios más grandes, con mejores servicios y amenidades así como de tipo B, catalogados así porque tienen lo suficiente para las operaciones.
López Gallardo dijo que hay 30 por ciento más de construcción en el presente año, pese a las condiciones del mercado por la pandemia, aunque no se ha terminado alguno de los 12 desarrollos, nueve de ellos iniciados en el 2019.
Descentralización ayuda al mercado
Indicó que si el gobierno federal concreta la descentralización de las dependencias hacia otros estados para el 2021, eso ayudará a los mercados inmobiliarios, que en el caso de Puebla recibirá a la Secretaría de Educación Pública (SEP).
En este tenor, dijo que requeriría de espacios adecuados para instalar sus oficinas, lo cual ofrecen los edificios que se hacen en la angelópolis o los existentes que tienen desocupación por la pandemia.
No obstante, dijo que las empresas que están situados en espacios de clase B también buscan reubicarse a edificios mejores, situación que ayuda al mercado para detonar más proyectos pese a que la pandemia en este momento influye en la desocupación de inmuebles “que tarde o temprano se ocuparán por las condiciones que tienen”.
Comentó que la desocupación no se ha reflejado en los precios de rentas que, apenas cayeron 3% durante los siete meses de contingencia sanitaria.
