En Xalmimilulco conocían a raptor de Ángel, pero callaron por miedo: hermano
En Xalmimilulco conocían a raptor de Ángel, pero callaron por miedo: hermano. Foto: Especial
En Xalmimilulco conocían a raptor de Ángel, pero callaron por miedo: hermano
En Xalmimilulco conocían a raptor de Ángel, pero callaron por miedo: hermano. Foto: Especial

Pese a que colonos de Santa Ana Xalmimilulco, de Huejotzingo, conocían al raptor de Miguel Ángel Cante Castro, prefirieron guardar silencio por temor a represalias, situación que a veces obliga a Juan, su hermano, a perder las esperanzas de verlo con vida, pero hallarlo.

Con tristeza, así lo expresó Juan Cante, quien relató que Miguel salió a trabajar en su taxi alrededor del mediodía, del 25 de agosto del 2018; indicó que era persona “muy tranquila”, dedicada al trabajo, a su esposa e hijas, por lo que les resultó extraño que no volviera de trabajar, cuando su hora de llegada era entre las 22:00 y las 23:00 horas.

Precisó que, tras un día de búsqueda exhaustiva, hallaron, a la altura de un arco de seguridad, el auto de su hermano, un Gol 2011 que tenía los colores amarillo y azul del servicio público mercantil, en la junta de Santa Ana Xalmimilulco, perteneciente al municipio de Huejotzingo.

Aclaró que tras levantar la denuncia a la Fiscalía General del Estado (FGE), que la archivó con folio 2510/98/C5, los agentes acudieron a levantar muestras del vehículo, sin encontrar huellas dactilares; al respecto, precisó que el organismo no fue de gran apoyo, pues las únicas aportaciones en la carpeta de investigación fueron proporcionadas por la familia.

Señaló que a partir de la desaparición, se avocaron a hallar el paradero de Miguel durante tres meses, de forma diaria, mientras que alrededor de 25 compañeros taxistas los apoyaron, buscando por los alrededores de Huejotzingo durante un mes.

Vecinos, amordazados por el miedo

En entrevista con este medio, Juan comentó que una semana después pidieron el registro de la cámara de vigilancia, de una persona cuya vivienda estaba justo en frente del lugar donde fue abandonado el vehículo, misma persona que les cedió la grabación, siempre y cuando no se le pidiera declarar.

Aseguró que, en la grabación, salía del taxi “un hombre delgado, no muy alto”, que extrajo “algo” del asiento trasero, para después retirarse caminando “con una mochilita al frente y una gorra”, la cual, le dijeron los colonos, solía portar porque “siempre tenía una arma”.

Juan resaltó que, entonces, el vecino de la cámara les dijo que “no tardarían” en dar con el tipo, ya que era conocido en la zona; no obstante, mencionó que por temor, la persona no quiso dar más información de él, ya que era conocido como por “dedicarse a la delincuencia”.

Puntualizó que en compañía de los agentes ministeriales recurrieron a otros vecinos, aunque que la respuesta fue la misma ya que, al ver el vehículo de la Fiscalía, optaban por el silencio.

Comentó que la posesión del video tampoco fue de gran utilidad, pues los agentes, al verlo, justificaron que no podían servirse de la prueba debido a que era de “baja calidad”, argumento que Juan rechazó porque, aseguró, ellos tienen tecnología para aclarar imágenes.

¿Ya vas a traer a mi papá?

Al ser entrevistado, Juan, entre pausas, recordó que los primeros días fueron los más difíciles, pues la hija menor de Miguel, que cursa la primaria, fue quien más resintió su ausencia.

“La pequeña es la que más está apegada a él. Lloraba y cada que nosotros salíamos, me decía: tío, ¿Ya vas a traer a mi papá?, ¿No trajiste a mi papá?, tío, ¿Cuándo va a venir mi papá?”, explicó.

Mencionó que, ahora, ven las cosas con “un poco” de tranquilidad, lo cual, no ha impedido que la menor siga preguntando por Miguel, mientras que la esposa, hasta la fecha, continua “haciendo sus oraciones”.

A pregunta expresa de si considera que su hermano sigue con vida, Juan, tras un largo silencio y suspiro, comentó: “me gana el corazón, y por la fe que nosotros tenemos podría decirte que sí. Pero siendo muy objetivos, créeme que yo lo veo demasiado complicado, por el tiempo”.

Resaltó que tras el año y medio de ausencia, luego de pláticas y terapias psicológicas, lo único que desean es “encontrarlo en las condiciones que sea, pero sí encontrarlo”, lo cual, será un “respiro final” para toda la familia.

Es importante resaltar que, de acuerdo con la Secretaría de Gobernación (Segob) estatal, Puebla alcanzó, a la fecha, un registro histórico de 2 mil 998 personas desaparecidas, colocándose en la octava posición a nivel nacional, pues en todo el país han sido registradas 61 mil 637.

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