La colonia Valle del Paraíso, ubicada en el sur de Puebla capital, carece de drenaje desde su fundación, hace más de 20 años, lo cual ha causado la acumulación de aguas residuales en calles, que se vuelven focos de enfermedades para los vecinos.
Pese a esta carencia, largamente denunciada por los colonos, la concesionaria Agua de Puebla pretende cobrarles el servicio, sin prestarlo, y se niega a instalar una red hídrica alegando que esta tendría que desembocar en el río Atoyac, aledaño a la zona, que “ya está muy contaminado.
Así lo señaló Omar Jiménez Castro, abogado de la Asamblea Social del Agua (ASA), quien calificó “grave” la situación de dicha colonia porque, además de que violenta los derechos humanos a la salud y al vital líquido, la empresa busca sacar provecho de su situación vulnerable.
Y es que, en Valle del Paraíso, las carencias van más allá de la red hídrica, abarcando el sistema de alumbrado público, la pavimentación de las calles y la recolección de basura.
En este contexto, buena parte de los pobladores, sin otra alternativa, recurre todavía al uso de letrinas y fosas sépticas, las cuales inevitablemente se llenan en época de lluvias. Para estos casos, contratan a una empresa encargada del desazolve de cañerías. Sin embargo, las aguas residuales terminan regadas por las calles que van a dar al Atoyac.
Esta práctica ha generado verdaderos focos de infecciones en la colonia, donde cada vez son más frecuentes las enfermedades en la piel (ronchas) y gastrointestinales, especialmente en niños y personas de la tercera edad.
Gobiernos son omisos y concesionaria abusa
A lo largo de sus dos décadas de existencia, decenas de políticos y empresarios han visitado Valle del Paraíso prometiendo resolver la carencia de la red hídrica a cambio de votos.
Sin embargo, el resultado siempre ha sido el mismo: visitan la comunidad una vez, obtienen lo que quiere y los colonos jamás los vuelven a ver ni a saber de sus promesas.
En tanto, al menos desde 2016, Agua de Puebla comenzó a cobrar a vecinos por el servicio de drenaje, pese a que el Soapap jamás lo ha dado, e incluso fue acumulando “deudas” por supuesto impago.
Uno de estos casos es el de Karina, madre de tres hijos, a quien la empresa le exige pagar un saldo de 13 mil pesos por servicios que nunca ha recibido. Además, amenaza con cortarle el suministro de agua, pese a sus situación de vulnerabilidad y a que ha intentado varias veces llegar a un entendimiento con ellos.
Los vecinos han exigido a la empresa y al Soapap que cumplan con su obligación legal de suministrarles agua y drenaje, antes de cobrarles, pero personal de Agua de Puebla les ha señalado que es imposible dado que tendrían que conectarlo al Atoyac.
Por lo anterior, Jiménez Castro refirió que planea interponer una queja ante la Comisión de los Derechos Humanos (CDH) de Puebla, así como un amparo para que un juez obligue a la concesionaria a instalar el servicio demandado por los colonos durante más de 20 años.