Columna-de-boca-en-boca

: Se dice que en el PRI estatal, ya empiezan a mover entre los que saben que pueden y los solo hacen ruido para ver qué les dan para calmarlos.

Entre la militancia poblana saben que es momento de un relevo generacional, donde dicen que no pueden permitir que el ahora ex dirigente Lorenzo Rivera coloque a sus allegados.

Quienes están metidos en el tricolor saben que ya está acordado que Néstor Camarillo vaya en fórmula con Karina Romero Alcalá y se elijan por convención de delegados.

La otra alternativa son la dupla conformada por Erik Salgado y Erika Lima, pero como plan b, lo cual es remoto que no trascienda.

: Se dice que ahora sí hicieron enojar a la alcaldesa Claudia Rivera y fue uno de sus regidores. La responsable es Ana Laura Martínez Escobar, quien en días pasados emitió una postura sobre la violencia contra los estudiantes.

Entrar en detalles sobre lo que dijo no vale la pena, pero sí llegó a oídos de la alcaldesa poblana el comentario desafortunado, por lo que fue llamada para ser corregida y que evite opinar a la ligera sobre todo temas de seguridad aún cuando sea parte de la comisión en la materia.

: De nada sirvió que en julio del año pasado, 625 ministerios públicos de la Fiscalía General del Estado de Puebla se adhirieran ni, que se busque incrementar el número de policías estatales si no tienen la capacitación adecuada.

¿Se acuerdan de que hace casi un mes un ministerial abatió en flagrancia y en defensa propia a un asaltante de la ruta 53? Los ciudadanos aplaudieron la “audacia” del héroe; sin embargo, reflejó las fallas en el sistema, pues, por increíble que parezca y aunque tras lo ocurrido se montó un operativo, ninguno de los agentes tuvo la habilidad de registrar el número de unidad ni de percatarse de que el transporte se quedara en su lugar, pues el chofer decidió marcharse para continuar trabajando.

La omisión trajo vueltos locos a las autoridades por más de cinco horas, cuando por fin se supo de uno de sus principales testigos, quien, por cierto, llegó a la FGE para rendir su declaración por sus propios pasos y no, por la habilidad de los agentes.

Esto es una muestra de que no hay fallas en el Sistema Penal Acusatorio, al que han querido culpar y hasta hacerle modificaciones, sino de cómo el personal lo opera.