En los territorios donde se realiza o habrá fracking más de 400 mil mujeres no tienen acceso al agua, en buena medida los megaproyectos son también una amenaza para el vital líquido, ello ha sido un detonador para la participación política de mujeres quienes se oponen a esas obras.
Una de las principales preocupaciones asociadas al fracking es la demanda y contaminación del agua, pues se trata de un recurso vital para la vida, así lo indicó el Centro de Análisis e Investigación (Fundar) en su estudio “Impactos del fracking en las mujeres”.
El reporte señaló que de acuerdo con tres talleres hechos por la Oxfam con mujeres rurales, ellas señalaron que la escasez de agua aumenta su carga de trabajo, muchas veces esto se debe a que necesitan recorrer grandes distancias a pie para recolectar este líquido.
Fundar indicó que es entonces contradictorio que se impulse una práctica como la fractura hidráulica que requiere un importante volumen de agua, que oscila entre los 9 y 29 millones de litros por pozo, también lo es que existan viviendas que no cuenten con agua entubada.
En este tenor, el estudio de Fundar señaló que son siete los estados donde identificó 118 municipios que serán afectados por el fracking y en esos sitios hay viviendas sin agua entubada, los mayores porcentajes se ubicaron en Veracruz con 23 por ciento, seguido de Puebla (21 por ciento), Tamaulipas, San Luis Potosí e Hidalgo los tres con el 16 por ciento, mientras que en Nuevo León y Coahuila las proporciones fueron del 11 y el 7 por ciento, respectivamente.
Respecto a la participación política de las mujeres en núcleos agrarios y representantes de ejidos en Puebla fue de apenas el 20 por ciento.
Si bien la participación se ha incrementado en los últimos tres años, la realidad es que en promedio en el país este avance es lento, independientemente de si se trata de núcleos agrarios, ejidos o comunidades, los órganos de gobierno siguen siendo ocupados en su mayoría por hombres.
