Al visitar Zautla, Miguel Barbosa Huerta, candidato a la gubernatura, afirmó que, de ganar, en su administración se respetarán los pueblos originarios y sus costumbres; mientras que en Zacapoaxtla señaló que no se permitirán proyectos de muerte sin permisos.
En el primer municipio, el morenista comentó que las comunidades han sido olvidadas por las administraciones anteriores, por lo que sostuvo que se conservará su lengua materna, como el náhuatl una de las principales.
Al asegurar que va a ganar la elección del 2 de junio, el abanderado de Morena, PT y PVEM manifestó que regresará a dicha demarcación para dar a conocer las acciones que promoverá en la región.
Y es que, dijo, la alfarería es una de las principales actividades que se realizan en el municipio, además del campo para la siembra de maíz, frijol y aba, por lo que deben impulsarse y mejorar el desarrollo económico de sus habitantes.
“El gobierno que encabece tendrá que ser un gobierno que tenga un respeto absoluto con los pueblos originarios, con su lengua, cultura, sus valores y cuidar de todo ello. Como gobernador caminaré de la mano de cada uno de los habitantes”, pronunció.
Asimismo, se comprometió a garantizar la educación para todos los jóvenes y los servicios de salud, al tiempo de manifestar que su principal objetivo es lograr la reconciliación de Puebla, la cual ha inicio de manera interna y hace falta extenderla en la entidad.
Promete no más proyectos de muerte
“Yo les pido aquí en Zautla que la unidad social y política se consolide, que los liderazgos asuman que son los tiempos de la paz y el trabajo. Tendrán un gobernador que trabaje para todos, siempre accesible y al alcance de todos”, pronunció.
En tanto, en la plaza principal de Zacapoaxtla, Barbosa Huerta se comprometió a que no habrá megaproyectos denominados de muerte, pues todos deben cumplir con los permisos para ello, por lo que los que ya están en ejecución serán revisados.
Y es que, dijo, de acuerdo con la Constitución, para la construcción de alguno de estos megaproyectos debe llevarse a cabo una consulta con la población y si esta decide que no se ejecute, no se realizará, pues debe garantizar la voluntad de los ciudadanos.
