A más tardar, el 10 de julio deberán quedar solventadas todas las quejas que surjan por el resultado de la elección extraordinaria por la gubernatura de Puebla, al igual que los juicios de inconformidad, si los hubiera, para entregar la constancia de ganador de dicho proceso.
Así lo dio a conocer Joaquín Rubio Sánchez, vocal ejecutivo de la Junta Local del Instituto Nacional Electoral (INE) en Puebla, quien a dos días de las votaciones señaló que partidos y candidatos se han excedido en la presentación de quejas y mal utilizado el ejercicio que se ha dado solo entre ellos.
“Primero en las precampañas fue entre los militantes de un partido (Morena) y luego entre los contrincantes” de las diferentes fuerzas políticas, expuso durante un encuentro con representantes de medios de comunicación.
Destacó que de las 231 quejas interpuestas ninguna fue contra el trabajo del INE, sus consejos distritales y la junta local, siendo la primera vez desde hace 16 años que esto no ocurre, lo que significa que han quedado únicamente entre actores políticos.
“Se dio una multa a una senadora, un apercibimiento a un candidato, otra que se regresó para investigar sobre el uso de una serie de televisión para una campaña y falta por llegar de las llamadas telefónicas”, abundó.
Insistió que el proceso especial sancionador, que es una medida extraordinaria “lo han tomado como algo ordinario e incluso lo usan para campañas y me parece mal”.
Rubio Sánchez indicó que al ocurrir esa situación lo único que pasa es quedarle a deber de nueva cuenta a la ciudadanía.
