El presidente Andrés Manuel López Obrador manifestó que, respecto a la reforma educativa, prefiere la justicia sobre la ley, por lo que defendió el memorándum donde ordena dejar sin efecto la legislación de 2013 y dijo que los opositores pueden impugnarlo.
Lo anterior, durante su conferencia de prensa matutina del miércoles, donde ante la pregunta sobre su reacción al rechazo que generó el documento firmado por él el martes, reviró que “no es ni una iniciativa de ley, ni un decreto, ni un acuerdo”.
Aseveró que, a través de dicho oficio, busca dejar clara la posición de su gobierno a favor de “una educación pública, de calidad, laica, pluricultural, gratuita, en todos los niveles escolares”, como lo establece la Constitución federal.
“Estamos en contra de la mal llamada reforma educativa (aprobada durante la administración pasada) porque fue impuesta desde el extranjero y no tiene nada que ver con mejorar la calidad de la enseñanza; por el contrario, perjudicó porque afectó la dignidad de los maestros”, reiteró.
En este sentido, sentenció que “si hay que optar entre la ley y la justicia, no lo piensen mucho, decidan en favor de la justicia”.
Asimismo, desafió a sus adversarios, quienes han advertido acciones legales en contra de toda acción que suspenda la aplicación de la reforma educativa de Peña Nieto, a que acudan a los tribunales.
