El mercado de La Trinidad Tepango busca el apoyo del gobierno estatal para llegar a un acuerdo con el ayuntamiento de Atlixco, que les permita mantenerse como fuente de trabajo para más de cinco mil campesinos y acabar con la ”intimidación” del municipio.
Diariamente, este centro de abasto, ubicado a un costado del bulevar Ferrocarril, con dirección al sur, congrega a atlixquenses y visitantes de municipios vecinos, quienes pueden proveerse de frutas, verduras, pan tradicional y flores, procedentes directamente de productores locales, quienes están organizados en un centro ejidal.
Para continuar esta actividad, los comerciantes urgen que las autoridades municipales cesen los patrullajes constantes alrededor del ejido, que “no son para vigilar” y “sólo espantan a la gente”, y los intentos de clausura mediante imposición de calcomanías a las puertas del mercado.
En entrevista con Ángulo 7, Damián Linares, uno de los vendedores en el mercado, detalló que el “acoso” por parte del ayuntamiento, encabezado por el panista Guillermo Velázquez Gutiérrez, ha sido continuo desde hace dos años, lo cual tiene a los campesinos “muy enojados”.
No obstante, remarcó que él y sus compañeros están dispuestos a “cooperar con el ayuntamiento y, si tenemos que pagar algo, lo pagamos”, a cambio de que los prevean de servicios básicos, como recolección de basura y “vigilancia de verdad”, además de cesar las presiones en su contra.
Comuna intimida por daño a intereses
De acuerdo con Linares, la animadversión hacia el mercado de La Trinidad Tepango está relacionada con su independencia, pues está organizado como Centro Ejidal de Productores y Comercializadores Agrícolas y Ganaderos del Valle de Atlixco.
Por tal motivo, los comerciantes aseguran contar con permisos y actas, emitidas por el comisariado ejidal, para trabajar en el lugar, sin pagar las cuotas que el ayuntamiento cobra en el mercado municipal de Santa Rita, lo cual consideran que afecta a “intereses económicos”.
El productor relató que, para vender en Santa Rita, las autoridades piden adquirir un permiso de 3 mil pesos, mientras que, en Tepango, la entrada es libre para todo el que quiera vender.
Ante esta situación, el ayuntamiento llegó a poner calcomanías de clausura en el mercado el pasado jueves, tras lo cual los comerciantes solicitaron y acudieron a una audiencia con David Méndez Márquez, subsecretario de Desarrollo Político estatal, en Casa Aguayo.
Reprobaron que, a esta reunión, no asistiera el edil Velázquez Gutiérrez, pese a que se le convocó, con el fin de comenzar el camino hacia un acuerdo, por lo que calificaron su actitud como de “servidor público arrogante y soberbio”.
Sostuvieron que sus actividades no son ilegales, toda vez que se amparan en los artículos constitucionales 8, que reconoce el derecho al trabajo, y 27, donde se establece la autonomía de los núcleos ejidales.
Por lo anterior, reiteraron su emplazamiento a Velázquez Gutiérrez, así como al gobernador, Miguel Barbosa Huerta, para llegar a un acuerdo que les permita seguir trabajando y prosperar.
