Testigo relata cómo “El Chapo” mató a miembros de cárteles rivales
Testigo relata cómo “El Chapo” mató a miembros de cárteles rivales. Foto: Sin embargo
Testigo relata cómo “El Chapo” mató a miembros de cárteles rivales
Testigo relata cómo “El Chapo” mató a miembros de cárteles rivales. Foto: Sin embargo / Archivo

En el juicio que se celebra en Brooklyn, Estados Unidos, un testigo relató este jueves tres asesinatos cometidos por el narcotraficante Joaquín Guzmán Lorea, “El Chapo”, en 2006 o 2007 contra miembros de los cárteles Arellano Félix y Los Zetas en Durango.

Isaias Valdez, exguardaespaldas y exsecretario de Guzmán, dijo que el primero fue un miembro del cártel de los Arellano Félix que Ismael Zambada, “El Mayo”, le envió a Guzmán Loera en una avioneta, pero el capo estaba enojado porque no iba a sacar mucha información del hombre porque estaba “bastante torturado”.

Quien era conocido como “Memín” detalló que su exjefe interrogó al secuestrado hasta tres días después cerca de Bastantitas, en Durango, pero después ordenó a sus hombres trasladarse a otro campamento cercano a un cementerio, donde les dijo que construyeran un hoyo sin que la víctima los oyera.

Metió al sujeto “podrido ya” en una especie de gallinero, para después, atado de pies y manos, aventarlo a la que sería su tumba, donde Guzmán Loera le dijo “a chingar a tu madre”, le disparó con una pistola pequeña de calibre 25 y lo enterró cuando “todavía la persona trataba de respirar”.

Los ejecutó y luego los quemó

El segundo asesinato, también en Durango, fue el de dos miembros de Los Zetas, de quienes “El Chapo” se enteró a través de una llamada, y cuando llegaron le pidió a sus empleados que los fueran “calentando”, es decir que empezaran a golpearlos, lo cual hizo el propio capo durante largo tiempo con un tronco y un arma, gritándoles “hijos de su pinche madre”.

Tras ordenar que se hiciera una hoguera, los hombres de Guzmán Loera trasladaron a ambos Zetas en cuatrimotos cerca de esta, donde “El Chapo” mató a cada uno de un tiro en la cabeza y luego ordenó que lanzaran los cuerpos al fuego para que “no queden ni los huesos”.

El exlíder del cártel de Sinaloa se mostró atento al exmiembro de las fuerzas especiales del Ejército mexicano, quien desde 2004 hasta 2013 fue su guardaespaldas, su secretario, compró en Honduras propiedades para el cártel, se encargó de la seguridad de sus dos hijos y finalmente se hizo piloto, transportando mariguana y cocaína.

Testigo fue un militar mexicano

El testigo explicó que en su primer día de trabajo para el cártel le llevaron en una avioneta a la sierra de Sinaloa y nada más llegar le dieron un AK-47, un lanzacohetes y un chaleco con cargadores y aunque sabía que se estaba metiendo en algo ilegal, no tenía idea que sería el guardaespaldas de “El Chapo”.

Explicó que al principio trabajaba un mes seguido y descansaba otro, cobraba 2 mil pesos mexicanos a la semana, que irían aumentando, y no podía acercarse mucho o hablar con Guzmán Loera porque este no le tenía confianza, hasta que un día le hizo llamar.

Valdez, de 39 años, fue arrestado en 2014 en el aeropuerto de Bogotá y se declaró culpable de narcotráfico, por lo que enfrenta de diez años a cadena perpetua en la cárcel; es el testigo número 56 del juicio, que empezó a principios de noviembre, y también es el treceavo socio o persona presentada que trabajó con “El Chapo”.

Se espera que el lunes la fiscalía termine con su último testigo, lo que significa que ese mismo día o el martes los abogados de Guzmán Loera podrían llamar a declarar a alguien que hable a favor de él o incluso a su propio cliente.

Editado por Diana Lizeth Pérez Morales

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