En su actualización de expectativas de crecimiento, el FMI señaló que el PIB de México logrará un avance de 1.6 por ciento este año, inferior al 2.1 por ciento estimado, y en 2020 habrá un alza a 1.9 por ciento, debajo del 2.2 por ciento previsto.
La consejera Económica y directora de Investigación del Fondo Monetario Internacional (FMI), Gita Gopinath, aseguró que la incertidumbre política generada por las políticas económicas de la nueva administración y la política monetaria restrictiva han repercutido de forma importante en las decisiones de inversión y el pronóstico hecho en octubre y enero.
En conferencia de prensa, el subdirector de Investigación Económica del FMI, Gian María Milessi Ferreti agregó que el ánimo de los inversionistas sobre México también se ha visto impactado por la negociación del acuerdo comercial con Estados Unidos y Canadá, que es también un factor de incertidumbre, en tanto no sea ratificado por los congresos de los tres países.
En el diagnóstico para México incluido en el reporte World Economic Outlook (WEO), el FMI estima que la economía no alcanzará la expansión pronosticada en octubre y enero por la marcha atrás que está ejecutando el gobierno federal sobre la política económica, las reformas educativa y energética y la cancelación de proyectos de infraestructura como el Aeropuerto, que debilitan la capacidad de crecimiento del país.
Desde su perspectiva, la tendencia a la baja de la inflación favorecerá que el Banco de México (Banxico) mantenga una política monetaria acomodaticia, es decir, confían en que la moderada inflación y las expectativas bien ancladas serán aprovechadas para utilizar el margen de maniobras y reducir tasas, si fuera necesario. Un margen del que pocas economías gozan.
También detalla que la propuesta de Estados Unidos de imponer tarifas a los autos importados y autopartes, es un nuevo factor de preocupación sobre las disputas comerciales.
Por ello, recomienda al país mantener el plan de consolidación fiscal a mediano plazo (y posiblemente apuntar hacia una reducción aún mayor del déficit), pues consideran que elevaría la confianza de consumidores e inversionistas y crearía espacio para responder a los choques.
Fuente: El Economista
Editado por Diana Lizeth Pérez Morales
