El expresidente Enrique Peña Nieto, entre 2013-2018, tuvo un total de ingresos excedentes de 2 billones 338 mil millones de pesos, en promedio, el sexenio tuvo una variación en ingresos del 11 por ciento entre lo estimado y lo recaudado.
Este excedente equivale al saldo de la deuda conjunta de Petróleos Mexicanos (Pemex) y la Comisión Federal de Electricidad (CFE). Las variaciones en los montos recaudados del sexenio anterior reflejan una deficiente estimación de los ingresos y en algunos casos el uso discrecional de los mismos. Así lo concluyó el Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO).
En su investigación “Las cuentas del sexenio pasado. Cuentas públicas federales 2013-2018”, criticó que no hubo un contrapeso efectivo al Poder Ejecutivo que revisara las variaciones al presupuesto y las ampliaciones al gasto.
Añadió que en el sexenio peñista se dejaron de ejercer 149 mil millones de pesos en inversión pública, 25 por ciento menos de lo aprobado.
Variación del 81% en Ramo 23
En el periodo 2013-2018, la Cámara de Diputados aprobó a las secretarías de Estado un gasto de 6 billones 94 mil millones de pesos, sin embargo, al final erogaron 7 billones 125 mil millones de pesos.
Asimismo al Ramo 23, conformado por fondos destinados a cubrir funciones de Gobierno, se le autorizaron 757 mil millones de pesos, este ramo ejerció en los hechos un gasto de 1 billón 371 mil millones de pesos, una variación del 81 por ciento.
Respecto a la evolución de la deuda nacional, la deuda adquirida por el Poder Ejecutivo entre 2013-2018 fue de 2 billones 930 mil millones de pesos. En diciembre de 2012, el saldo de la deuda del Gobierno federal era de 4 billones 452 mil 986.5 millones de pesos y representaba 27.8 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB).
Para diciembre de 2018, esta ascendía a 8 billones 315 mil 863.8 millones de pesos, significando un 35.3 por ciento del PIB.
