Los directores de las delegaciones de México, Estados Unidos y Canadá firmaron el “protocolo modificatorio” T-MEC, con adiciones como la reforma laboral y paneles de solución de controversias; aún falta que los Legislativos de cada país lo ratifiquen.
Lo anterior, este martes en reunión protocolar realizada en el Salón de Tesorería del Palacio Nacional, donde el documento quedó avalado por Jesús Seade Kuri, subsecretario para América del Norte, Chrystia Freeland, viceprimera ministra de Canadá, y Robert Lighthizer, representante comercial de Estados Unidos.
En el evento, el presidente Andrés López Obrador agradeció as su homólogos estadunidense, Donald Trump, y de Canadá, Justin Trudeau, por la “relación cordial, de cooperación respetuosa” que derivó en los acuerdos para modificar el tratado.
Tras un año más de negociaciones, Marcelo Ebrard Casaubón, secretario de Relaciones Exteriores, comunicó al Senado que, entre los cambios aceptados por México, están la implementación reforma laboral aprobada, la cual sería vigilada por un comité internacional y el establecimiento de paneles de solución de controversias entre los países firmantes.
Asimismo, se incluyen cambios para protección del medio ambiente y las reglas de origen para la industria automotriz.
Sobre este último aspecto, el canciller aseguró que el gobierno mexicano planteó “líneas rojas” (es decir, límites que México no está dispuesto a pasar”) ante la propuesta de Estados Unidos de que el 70 por ciento del acero y aluminio que se emplee en los países firmantes proceda sólo de Norteamérica.
Señaló que México no aceptaría de ninguna manera que la obligación para el acero entre en vigor inmediatamente después de la ratificación del tratado, sino al menos en un periodo de cinco años.
En cuanto al aluminio, rechazaron cualquier periodo ya que el país no cuenta con recursos de bauxita, que es el componente primordial del aluminio, lo cual lo dejaría en desventaja frente a sus vecinos del norte.