El helicóptero cuya caída mató a Martha Erika Alonso Hidalgo, exgobernadora de Puebla, y a su esposo, el senador Rafael Moreno Valle, el 24 de diciembre de 2018, tuvo, una semana antes, daños en un actuador de roll, del cual no hay registro de que se haya repuesto.
Así lo señala el “Informe de hechos de lo ocurrido al helicóptero marca Augusta A109S, matrícula XA-BON el 24/12/2018”, publicado este viernes por la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT), donde se consiga que, desde el 13 de diciembre de ese año, técnicos detectaron “daños en el actuador lineal de roll de SAS2” y concluyeron “requiere reemplazo”.
“Dicho actuador fue instalado el 10 de septiembre de 2018 con t.t a/c: 2063:02 hrs, en condición reparado. Solo ha operado. 102 hrs (…)”, agrega la discrepancia 21/2018, que se encuentra en la sección “reseña de vuelo” del informe.
Esta pieza –vale mencionar— era parte del Sistema de Aumento de la Estabilidad (SAS), por sus siglas en inglés, cuya función es ser un amortiguador a corto plazo para aumentar y garantizar la estabilidad del helicóptero, según información del Equipo Europeo de Seguridad de Helicópteros (Ehest).
Los técnicos, que trabajan para la empresa Taller Rotor Flight Services, informaron a la empresa Servicios Aéreos del Altiplano (SAA), dueña del helicóptero, que el dispositivo debía ser reemplazado a más tardar el 17 de diciembre.
Propietario no quería dejar aeronave fuera de servicio
Pese a que el proceso de garantía de la pieza comenzó, un correo electrónico del 19 de diciembre pone de manifiesto que SAA no quería cambiarla de inmediato, pues eso implicaba dejar fuera de servicio la aeronave en días de alta demanda de servicios de taxi aéreo.
“Me comenta el cliente que si se lo quitan deja la máquina fuera de servicio y ahorita con la agenda algo movida por eso no se puede parar o dejar fuera de servicio estos días, se está viendo también el modo de cómo hacer para que no se quede fuera de servicio (…)”, escribió el taller al fabricante, Precision Accesories & Instruments.
En entrevista, los técnicos refirieron que sólo llevaron a cabo el “troubleshooting”, es decir, aislaron la falla en el actuador de roll del SAS2, “señalando que requería reemplazo”.
No obstante, el propietario volvió a hacer volar el helicóptero: 6 viajes el 22 de diciembre y 3 al día siguiente, de forma que, dos día antes del accidente fatal, hizo nueve vuelos.
Lo anterior, sin “sin que los técnicos hubieran asentado en bitácora de mantenimiento que el SAS2 estaba diferido por MMEL rev. “E”, tampoco colocaron una tarjeta de fuera de servicio (F/S) en cabina de pilotos, ni aseguraron el SAS2”.
Cabe precisar que este informe no es el final, donde se expondrán las causas del siniestro, y en sus páginas se expone que, para llegar a la publicación de este último documento, está pendiente preparar el informe preliminar para presentarlo a la comisión investigadora, encabezada por la SCT, y enviarlo a los organismos extranjeros coadyuvantes, que tendrán 60 días para emitir comentarios.
Por lo anterior, si el informe preliminar queda listo en noviembre, como indicó Javier Jiménez Espriú, titular de la SCT, habrá que esperar tres meses para los comentarios y posibles modificaciones, por lo que el documento final estaría listo para conocimiento público hasta febrero de 2020.
