Las reformas a la Ley General de Salud para establecer un etiquetado frontal en alimentos y bebidas no alcohólicas, donde se advierta sobre contenido energético, azúcares añadidos y grasas saturadas, quedaron aprobadas por el Senado y están listas para promulgarse.
Con 115 votos a favor, cero en contra y dos abstenciones, este martes los senadores avalaron la minuta que envió la Cámara de Diputados, cuyo objetivo es proteger los derechos a la alimentación e información, así como hacer frente a la epidemia de obesidad, sobrepeso y diabetes en el país.
El dictamen establece que las etiquetas o contraetiquetas para los alimentos y bebidas no alcohólicas deberán incluir “información nutrimental de fácil comprensión, veraz, directa, sencilla y visible”.
El etiquetado frontal de advertencia deberá hacerse en forma separada e independiente a la declaración de ingredientes e información nutrimental, a fin de indicar qué productos exceden los límites máximos de dichos contenidos.
Por lo anterior, la Secretaria de Salud podrá ordenar la inclusión de leyendas o pictogramas cuando lo considere necesario.
El etiquetado también deberá advertir sobre sodio y nutrimentos críticos, definidos como aquellos componentes de la alimentación que pueden ser un factor de riesgo de las enfermedades crónicas no transmisibles.
La reforma, que fue enviada al Ejecutivo para su promulgación, también promueve acciones para reducir la malnutrición y promover el consumo de alimentos adecuados a las necesidades de la población.
