El ingreso y despido de músicos en la Filarmónica 5 de Mayo son determinados “autoritariamente” por Armando Cedillo y Fernando Lozano, directores artístico y principal, quienes incluso corren a integrantes para “favorecer” a familia y allegados.
En la estructura de esta orquesta, sucesora de la Sinfónica del Estado de Puebla, Cedillo y Lozano tienen la última palabra sobre la permanencia de la mayoría de los músicos, exceptuando a los “favoritos”, y contrataciones, las cuales se pueden dar en “audiciones simuladas”, donde los aspirantes cercanos a los directores están “elegidos” a priori.
Así lo refiere un exintegrante de la orquesta quien, pidiendo anonimato, relató a este medio que, tras 10 años de tocar en ella, fue despedido para permitir la entrada y rápido ascenso de un familiar político de Cedillo.
Señaló que el nuevo músico, bajo la protección del director artístico, ingresó a la sección de cuerdas cuando esta ya estaba completa, por lo que lo sometieron a él y a sus compañeros a audiciones para “hacer lugar”.
Cuando se enteró de que él sería el despedido, por supuestamente haber sacado la “nota más baja”, la noticia –dice– no sólo lo sorprendió a él, sino a a otros integrantes de orquesta, quienes reconocían su experiencia y que nunca había tenido problemas con la dirección.
Acudió a Cedillo para pedir una explicación a detalle del resultado. Sin embargo, nunca le entregó una evaluación por escrito y sólo le comentó que, por órdenes de “arriba”, se debía eliminar un espacio en su sección para crear uno en otra.
Por su parte, Lozano, que detenta el puesto máximo en la orquesta, le dio una versión diferente y aparentemente “sin sentido”, pues le manifestó que lo había despedido a él porque no le gustaba el trabajo del instrumentista principal de su sección.
Tras su despido, el familiar de Lozano se convirtió en el instrumentista principal y el supuesto espacio en otra sección nunca se abrió.
Nepotismo y élite salarial
De acuerdo con el músico, su caso no es aislado y forma parte de un problema de “nepotismo” dentro de la orquesta, a la cual ingresado un hijo, un hijastro y un cuñado de Cedillo.
Indicó que existe una especie de élite, a la pertenecen los directores, el concertino e incluso el chofer de Lozano, quien perciben salarios “muy altos” en comparación a los de los músicos, quien ganan entre 15 mil y 20 pesos mensuales.
Mencionó también durante el año, sobre todo al principio, los pagos suelen retrasarse hasta tres meses y que los músicos constantemente son convocados de última hora a tocar en conciertos fuera de las temporadas establecidas en sus contratos, por lo cual no reciben remuneración extra.
Comentó que los músicos prefieren dejar la Filarmónica o callar estas situaciones por temor a represalias por parte de los directores.
Por lo anterior, pidió al gobierno estatal poner mayor vigilancia a los procesos de ingreso de músicos a la Filarmónica, pues considera que las decisiones de los directores son autoritarias y llegan a afectar su desempeño.
Cabe recordar que, el pasado martes, en las Jornadas de Atención Ciudadana en Casa Aguayo, músicos de la orquesta acudieron a pedir la intervención del gobierno estatal ante presuntos abusos y nepotismo por parte de Lozano y Cedillo.