Sólo 10 entidades del país contemplan la periodicidad con la que se debe actualizar el Atlas de Riesgos, entre las que no está Puebla, cuya ley si bien considera renovarlo no dicen cada cuánto; hace 10 años que el del estado no es reformulado.
De acuerdo con el Instituto para la Gestión, Administración y Vinculación Municipal (Igavim), observatorio ciudadano, en las leyes de 22 entidades no se obliga a actualizar cada cierto tiempo sus Atlas de Riesgos, instrumento que sirve como base de conocimientos del territorio y de los peligros que pueden afectar a la población y a la infraestructura en el sitio.
En el documento “¿Planeación urbana sin riesgos? Una moda deficiente. Caso: Riesgos por lluvias en el municipio de Puebla y Santo Tomás Chautla”, se indica que, en el estado se cuenta con la Ley del Sistema Estatal de Protección Civil, en cuyos artículos 37, 46 y 63 hacen referencia al Atlas de Riesgos.
El primero, en su fracción X, señala que el director de la unidad debe de difundir y mantener actualizado el instrumento; el segundo, que es obligación de cada ayuntamiento integrar el Sistema Municipal para diagnosticar los riesgos a que está expuesta la población, elaborando el Programa Municipal de Protección Civil y el Atlas Municipal de Riesgos.
Mientras que el tercero menciona que Protección Civil municipal debe de renovar el Atlas de Riesgos; sin embargo, ninguno especifica la periodicidad.
De acuerdo con la Secretaría de Gobernación (Segob), la última actualización del Atlas de Riesgos del Estado de Puebla es de noviembre de 2009, cuando gobernó el priista Mario Marín Torres, es decir que ni se movió con los panistas Rafael Moreno Valle Rosas ni Antonio Gali Fayad, a quienes el Igavim señaló como responsables.
Sólo 17.05% de municipios, con atlas
El estudio también exhibe que de los 217 municipios de Puebla, sólo 37 cuentan con Atlas de Riesgo lo que representa apenas el 17.05 por ciento del total y, de los que sí tienen, únicamente 11 cuentan con una herramienta como un Programa de Desarrollo Urbano, instrumento que orienta el ordenamiento urbano de la ciudad y define las políticas a seguir bajo estrategias en función del equilibrio inducido entre los recursos naturales, las actividades productivas y los asentamientos humanos, considerando los factores de cambio climático.
La capital de Puebla tiene ambas herramientas, aunque la primera fue actualizada desde noviembre de 2012 y la segunda, mayo de 2016.
En el caso específico de Santo Tomás Chautla, donde apenas el 11 de julio a intensa lluvia generó el deslave de un cerro que cayó sobre el techo de una vivienda provocando la muerte de seis personas, el Igavim subrayó que en la carta urbana, se puedo apreciar que no existe alguna restricción específica por riesgos.
Solo existe una parte en la restricción por el relleno sanitario, pero se encuentra dentro de la zona de densidad selectiva y controlada y de Preservación de Patrimonio Natural.
Además, detectó una contradicción entre el Programa Municipal de Desarrollo Urbano Sustentable y el Atlas de Riesgo de la ciudad, lo que limita los alcances de los reglamentos.