Quintana Roo, en alerta por sargazo
Quintana Roo, en alerta por sargazo. Foto: Cuartoscuro
Quintana Roo, en alerta por sargazo
Quintana Roo, en alerta por sargazo. Foto: Cuartoscuro

Una nueva plaga de sargazo –alga marina que afecta a flora, fauna e incluso a humanos— puso en alerta al estado de Quintana Roo, pues cuadriplicaría la de 2018 y no hay una estrategia intergubernamental para combatirla, lo cual dañaría al turismo.

Desde el pasado miércoles 1 de mayo, tras un periodo de calma durante el invierno, las mareas de sargazo volvieron a asolar las playas del estado y tomaron por sorpresa a las autoridades locales, que no tuvieron tiempo de coordinarse con empresarios para contener a este alga.

De manera provisional, el gobierno estatal implementó un plan emergente, que consiste en dividir el litoral en nueve zonas, mediante el cual se busca que los hoteles y empres presentes en cada una colaboren con autoridades para mantener limpias las playas y darle un uso sustentable al sargazo recolectado.

No obstante, la secretaria de Turismo, Marisol Vanegas Pérez, indicó que Quintana Roo espera de acciones de la Federación para coadyuvar en el retiro del sargazo de playas y mar abierto, a fin de evitar que se generen daños al turismo, la principal actividad económica del estado.

En este sentido, la Confederación Patronal de la República Mexicana (Coparmex) en la Riviera Maya presentó el proyecto “Con sargazo, no hay Tren maya”, el cual intenta presionar al gobierno federal para que cree un plan de combate este problema, pues sostuvo que “no bastan las brigadas, ni el equipo tecnológico, ni la limpieza de playas”.

Deben invertir al menos mil mdp

Estimaron que, para atender esa contingencia natural, el gobierno de Andrés Manuel López Obrador debe invertir al menos mil millones de pesos.

Las plagas de sargazo impiden que la luz solar llegue hacia aguas más profundas, lo cual dificulta que plantas marinas realicen la fotosíntesis y reduce la cantidad de oxígeno; esa situación deriva en la muerte de flora y fauna.

Asimismo, el sargazo muerto que se acumula en la playa produce gases de mal olor, que en altas concentraciones podrían afectar a personas.