Después de casi nueve años, el desfile conmemorativo de la Batalla de Puebla, regresó de donde nunca tuvo que haber salido, el bulevar 5 de Mayo, esto a decir de los propios poblanos, quienes de nueva cuenta volvieron a disfrutar esta tradición.
Aunque ahora las familias vieron iniciar el desfile desde la 31 Poniente, cuando antes era de la 43 Poniente, eso no impidió que disfrutaran el regreso de este acto cívico-militar, donde participan los contingentes escolares con sus carros alegóricos, asociaciones charras, batallones, representaciones de las fuerzas armadas y marinos, entre otras.
Las cifras oficiales del desfile encabezado por el gobernador Guillermo Pacheco Pulido y Olga Sánchez Cordero, secretaria de Gobernación federal, en representación del presidente Andrés Manuel López Obrador, quien declinó venir por el proceso electoral, indican que participaron 9 mil 758 alumnos, mil 107 docentes, 4 mil 10 efectivos de las secretarías de la Defensa Nacional (Sedena) y de Marina así como 172 representantes de sietes etnias y 360 miembros de los batallones de Zacapoaxtla, Xochiapulco y Tetela de Ocampo.
A las 10 en punto, una larga bandera de México, de casi cinco metros de altura, cargada por una integrante del Ejército, abrió el desfile alusivo al 157 aniversario de la defensa nacional que encabezó el general Ignacio Zaragoza, seguido del representativo del batallón de Zacapoaxtla, lo que a cientos de familias cada año gusto ver también por el paso de tanquetas y artillería que usan las fuerzas armadas.
Un banquito, una silla, banca y hasta escaleras metálicas llevadas por los propios asistentes servían para poder apreciar sin obstáculos el paso de los contingentes, que en el caso de soldados y marinos estaba perfectamente sincronizado. Otros con más destreza, usaron los árboles como palcos para tener un mejor panorama de lo que ocurría.
Sin afectar intenso calor
Los 25 grados centígrados que se sentían en los poco más de una hora que duró el desfile no hicieron mella en los jóvenes de secundarias y preparatorias oficiales que integraron las escoltas y bandas de guerra, quienes contentos de lucirse frente a sus familiares y resto de asistentes recorrieron 3 kilómetros sobre el bulevar sin dar muestras de cansancio, quienes a su paso eran aplaudidos y bañados de confeti.
En la zona aledaña, no faltaron los vendedores ambulantes de sombrillas, sombreros, hasta banquitos para quienes no iban preparados y no alcanzaron lugar hasta el frente para ver los contingentes. Los puestos de comida igual se podían ver a lo largo del bulevar para quienes se fueron muy temprano para ocupar uno de los espacios gratuitos de las gradas colocadas por las autoridades o rentaron una silla, cuyo costo era hasta de 50 pesos.
Así regreso esta tradición que los poblanos pedían se retomará, porque no les gustaba el recorrido que impuso el ahora fallecido gobernador Rafael Moreno Valle, el cual iniciaba en la calzada Zaragoza y terminaba en la 25 poniente.
