Miguel Barbosa Huerta fue elegido como candidato de Juntos Haremos Historia (Morena-PT-PVEM) a la gubernatura porque, entre otros criterios, 24.4 por ciento de los encuestados lo prefería, mientras que 15.1 por ciento votó por Alejandro Armenta Mier.
Lo anterior, según el acuerdo del Comité Directivo Nacional (CEN) de Morena que hizo público por una orden del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (Tepjf), en el que se detalla que Nancy de la Sierra Arámburo obtuvo 13 por ciento de preferencias en competitividad, 15.1 votó por ninguno y 32.5 no contestó.
En el documento, también se señala que se combinó el método de la encuesta con la “ponderación” de la trayectoria política y social, así como atributos éticos y políticos de los aspirantes para seleccionar a quien tuviera mayor competitividad, lo que fue aceptado por los tres precandidatos.
Argumentó que Barbosa Huerta sobresalió debido a que durante su participación en el pasado proceso electoral tuvo cobertura local y nacional, lo cual se suma a que realizó precampaña, de manera que su alto porcentaje de votación le dio ventaja; además, hizo un recuento de su trayectoria política y profesional.
Por ello, estimó que el morenista era la mejor opción para que Morena pudiera enfrentar el proceso electoral extraordinario en Puebla “en condiciones de competitividad”, pues “con él se obtendrán los mejores resultados”.
Sigue reservando información
En el texto, no son visibles el diseño muestral de la población objetivo, el tratamiento, el despliegue y levantamiento de la información, capacitación de supervisores y entrevistadores, estimación de resultados y diseño de cuestionario, del cual sólo dice que incluye las variables necesarias.
Asimismo, se informa que aplicaron la encuesta a personas mayores de edad con domicilio en el estado de Puebla, sin especificar el número exacto de participantes.
Detalla que se tomó en consideración seis reactivos: “opinión”, ya sea buena, regular o mala; “honestidad”; “cercanía con la gente del aspirante”, ambas con las respuestas mucha, poca o nada; así como si “sería un buen candidato” y “si votarían por el aspirante”, con “sí” o “no”; y sólo dio a conocer los números de la “preferencia”.
Tampoco muestra las tablas sobre el ejercicio estadístico de generalización, preferencia partidista, ni los resultados preliminares o finales de la encuesta; no obstante, asegura que “las diferencias porcentuales entre Miguel Barbosa Huerta y Alejandro Armenta Mier son estadísticamente significativas”, por lo que no había lugar para un “empate estadístico” en ninguno de los indicadores.
Calificó como “injustificado” que Armenta Mier sostuviera como “única tesis” para impugnar que él fue el ganador en los resultados preliminares de tres reactivos, porque tomando en cuenta el procedimiento antes mencionado, Barbosa Huerta demostró haberlo superado.