La CNDH solicitó a la Secretaría de Salud (SS) federal que garantice que los servicios de tamizaje neonatal se apliquen a todos los recién nacidos en las unidades del Sistema Nacional de Salud del país, en los lapsos científicamente recomendados.
Mediante un oficio dirigido al secretario de Salud, Jorge Alcocer Varela, el ombudsperson nacional, Luis Raúl González Pérez, pidió ponderar el interés superior de la niñez como consideración fundamental de todas las decisiones relacionadas con la aplicación del tamiz neonatal, que permite la detección oportuna de padecimientos congénitos en recién nacidos.
Asimismo, debe revisar los procedimientos de adquisición e informar a través de fuentes oficiales sobre el estado de dicha aplicación, los avances y resultados los procedimientos administrativos para su adquisición, así como el contenido del plan de contingencia en caso de la eventual suspensión o cambio en los procesos.
Lo anterior, en relación con diversos oficios presuntamente emitidos por esa dependencia que circulan en redes sociales, dirigidos a los titulares estatales de la SS, en que se anuncia la conclusión de contratos del tamizaje y que con recursos propios del estado se les dé continuidad en tanto se define su proceso de licitación.
Estado mexicano debe proteger a niños
Ante ello, la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) subrayó que la obligación del Estado es revisar los procedimientos administrativos de adquisición de bienes y servicios y cualquier otro que implique el ejercicio de recursos públicos, los cuales no pueden justificar, en ningún caso, la suspensión de la protección a los derechos humanos.
Recordó que, al ratificar la Convención sobre los Derechos del Niño de Naciones Unidas, México asumió ante la comunidad internacional el compromiso de respetar, promover, proteger y garantizar los derechos de los menores de edad.
Destacó que, el 28 de marzo, el Senado aprobó reformar la Ley General de Salud para incluir en la atención materno-infantil la aplicación obligatoria de la prueba de tamiz cardiológico en las unidades de salud pública, social y privada, al considerar que esa prueba simple, no invasiva y de bajo costo, cumple con los criterios necesarios para la inclusión en la detección universal de recién nacidos.
De acuerdo con datos estadísticos, la aplicación del tamiz neonatal desde 1998 ha permitido la detección oportuna de padecimientos congénitos; tan sólo en 2018 fueron detectados 17 mil 42 casos sospechosos, de los cuales a 14 mil 485 (85 por ciento) se les realizaron pruebas confirmatorias que llevaron a la detección de 3 mil 46 niños con algún padecimiento.
Editado por Diana Lizeth Pérez Morales