A tres años de la desaparición forzada de cinco jóvenes por parte de policías estatales en Tierra Blanca, durante la administración de Javier Duarte de Ochoa, el gobierno de Veracruz asumió la responsabilidad de reparar el daño y pidió disculpas a los familiares.
Lo anterior, en evento realizado este lunes en el Museo de la Memoria y la Tolerancia, en la Ciudad de México, donde el actual mandatario de la entidad, Cuitláhuac García Jiménez se comprometió a que su gobierno llegará “al fondo” de los casos para procesar a los responsables y procurar justicia para los afectados.
También reconoció que las autoridades incurrieron en dilación para resolver el caso, permitieron que hubiera impunidad y, en un intento para cerrar el caso, criminalizaron a José Alfredo González Díaz, Mario Arturo Orozco Sánchez, Susana Tapia Garibio, José Benítez de la O y Bernardo Benítez Arrinoz.
Recordó que, hasta el momento, se sabe que los cuatro hombres y la mujer —de apenas 16 años— fueron detenidos arbitrariamente por los uniformados el 11 de enero de 2016, cuando iban del puerto de Veracruz a Playa Vicente, y entregados a miembros de un grupo criminal, quienes supuestamente los ejecutaron e intentaron desaparecer sus restos.
En el acto estuvieron presentes representantes de diversas organizaciones civiles y las familias de los cinco jóvenes, quienes reconocieron la disposición de García Jiménez para reconocer la inocencia de sus hijos, pero le advirtieron que se convertiría en cómplice si cumple su promesa de que se procure justicia.
Editado por Luis Alberto Palacios
