Nicolás Maduro Moros, presidente de Venezuela, señaló estar “de acuerdo” con la iniciativa de una nueva ronda de diálogos con la oposición para destrabar la crisis política, económica y social del país, como propusieron los gobiernos de México y Uruguay.
En un discurso que ofreció ante el Tribunal Supremo, donde recibió el respaldo de los jefes de los poderes públicos, el mandatario respondió a la propuesta lanzada por esos países que, en un comunicado conjunto, pidieron a los venezolanos “encontrar una solución pacífica y democrática frente al complejo panorama”.
Y es que el gobierno de Maduro Moros y sus detractores sostuvieron una mesa de negociaciones entre finales de 2017 y principios de 2018, pero terminó luego de que ambas partes se acusaran de romper los primeros acuerdos y el antichavismo se negara a firmar un documento de compromisos.
A inicios de este año, el Ejecutivo ha pedido varias veces a los opositores retomar el diálogo, al declarar que está “listo” para hallar una solución consensuada a la crisis del país y criticó la autoproclamación de Guaidó Márquez, a quien calificó de un “diputado titubeante”.
Aunado a ello, afirmó que el caso “está en manos del poder Judicial y reiteró sus acusaciones contra el gobierno estadounidense de pretender un golpe de Estado e imponer un “presidente títere”.
Sólo 16 países de OEA apoyan a Guaidó
En una reunión extraordinaria del Consejo Permanente de la Organización de Estados Americanos (OEA), 16 países apoyaron se pronunciaron a favor de Guaidó Márquez como presidente interino, de la cual se restaron más de la mitad de los miembros, como México, que pidió revisar el estatus jurídico del nombramiento.
Las naciones que apoyaron a Guaidó pidieron que se “garantice la seguridad y la protección del presidente encargado y de los miembros de la Asamblea Nacional”.
La representante de Venezuela en la OEA, Asbina Ixchel Marin, rechazó su declaración, destacando que no tiene el consenso de todos los Estados de la organización y afirmó que “no se puede engañar a la opinión pública. Es una operación de propaganda que intenta justificar el golpe de Estado”.
Fuente: El Informador
Editado por Diana Lizeth Pérez Morales
