La periodista Lydia Cacho Ribeiro criticó en Twitter el apoyo a la aspiración de Guillermo Pacheco Pulido para ser gobernador interino, pues lo acusó de ser cómplice de su detención y tortura en 2005; no obstante, borró la publicación minutos después sin explicar por qué.
Así trascendió la tarde de este jueves cuando la escritora retuiteó una publicación de respaldo a Pacheco Pulido del priista Javier López Zavala, quien era secretario de Gobernación en Puebla cuando ella fue procesada, con el siguiente comentario:
“El mismo Pacheco Pulido que frente a mí, ya en la cárcel de Puebla, ordenaba que me dieran formal prisión. Quieren de interino a uno de los cómplices de mi tortura y detención arbitraria”.
Sin embargo, esta publicación ya no aparece en la cuenta de la autora de “Los demonios del Edén”, libro que le valió ser acusada de difamación y calumnia, lo que ha generado suspicacias respecto a la causa de que una periodista se desdiga en minutos de sus señalamientos.
Esto, aunado a que el extitular del Tribunal Superior de Justicia de Puebla (TSJ), cercano al exgobernador Mario Marín Torres, ha sido señalado como uno de los aspirantes con mayores posibilidades de alcanza la gubernatura interina, toda vez que el pasado miércoles tuvo una reunión con legisladores locales de Morena, que conforman la mayoría en el congreso.
¿Qué le pasó a Lydia Cacho?
En 16 de diciembre 2005, Cacho Ribeiro fue detenida por elementos de la entonces Policía Judicial de Puebla en Cancún, Quintana Roo, bajo cargos de difamación y calumnia contra el empresario textilero Kamel Nacif, presuntamente por orden del gobernador Marín Torres.
En su libro “Los demonios del Edén”, la periodista exhibió los nexos de Nacif con una red de prostitución infantil, por lo que éste pidió a Marín Torres que le diera un escarmiento, lo cual quedó grabado en una llamada filtrada a medios de comunicación.
Según el relato de Cacho Ribeiro, acreditado por ONU, tras ser aprehendida, fue subida a una camioneta y llevada hasta Puebla.
Durante el viaje de 20 horas, fue torturada por los ministeriales, quienes también la amenazaron con violarla. Al llegar a Puebla, tuvo que pagar una fianza de 106 mil pesos para quedar en libertad y siguió su proceso en libertad, hasta que fue absuelta por un juez federal en 2008.
Por este caso, sólo ha sido sentenciado, a cinco años de prisión, José Montaño Quiroz, excomandante de la Policía Ministerial, por el delito de tortura en agravio a la periodista, y el pasado 4 de diciembre fue detenido Alejandro Rocha Laureano, elemento en activo de la Fiscalía General del Estado (FGE) de Puebla.
