El Congreso de Puebla hará de nuevo las diez reformas vetadas por el gobernador Antonio Gali Fayad para que las avale quien encabece el gobierno interino (que estaría al menos cinco meses), pero no cambiará el sentido de las leyes.
En el primer periodo ordinario de sesiones de 2019, que inició el martes, la LX Legislatura volverá a presentar las iniciativas de ley que aprobó en el último trimestre del año pasado, pero que el exmandatario devolvió con observaciones.
El presidente del Congreso local, Gabriel Biestro Medinilla, confirmó en entrevista que los nuevos dictámenes contendrán las aportaciones señaladas del extitular del Ejecutivo, pero mantendrán el objetivo para el que fueron hechas.
Sin precisar los cambios que tendrán, señaló que pasarán por el mismo proceso legislativo: se analizarán y discutirán en comisiones para después ponerse a votación en el pleno.
El coordinador de Morena dio por hecho que tras la aprobación de las reformas ahora sí serán avaladas por el gobierno estatal y podrán entrar en vigor.
Esto al recordar que siguen cinco de las seis leyes “morenovallistas” que se intentaron echar abajo de septiembre a diciembre gracias a los vetos de Gali Fayad.
Insistirán en tirar leyes “Bala” y “Banck”
Entre ellas se encuentra la “Ley Bala”, que dos veces se frenó su abrogación, igual que la “Ley Banck”, que actualmente faculta al Congreso para nombrar un alcalde sustituto sin intervención del Cabildo; también la reforma que devolvía a los ayuntamientos el control de los espectaculares y la que permitió al titular de la Fiscalía General del Estado (FGE) nombrar a su sucesor antes de separarse del cargo.
José Juan Espinosa Torres, presidente de la Mesa Directiva, criticó que los argumentos de Gali Fayad en los diez vetos obedecían a una “resistencia política” y no necesariamente a la razón jurídica.
Por ello refirió en entrevista por separado que el gobierno interino que designará el Congreso la siguiente semana tendrá la “responsabilidad” de avalar las reformas, al señalar que desde un principio estuvieron “bien hechas”.
Reconoció que se tendrá que negociar el aval de las reformas con la persona electa, debido a que ocho de los diez vetos ya caducaron.
Esto debido a que se excedió el plazo de 30 días que el Congreso tenía para acatar las observaciones, pero enfatizó que el retraso se debió a que se juntó el análisis del presupuesto y el nombramiento del gobierno interino tras la muerte de la gobernadora Martha Erika Alonso Hidalgo.
Adelantó que la reelaboración de las reformas comenzará esta semana, a la par de la elección del gobierno interino, pero no calculó en qué tiempo estarán listas ni precisó si se aprobarán una por una o saldrán en bloque.
