Guillermo Deloya Cobián, precandidato del PRI a la alcaldía de Puebla, sentenció que es hora de acabar con el compadrazgo y remplazarlo por una meritocracia, que no dé lugar a políticos improvisados ni al canibalismo que frena el crecimiento del partido.
Un sistema de competencia con base en experiencia y méritos, donde se acepte a la juventud, se conformen proyectos serios y a las candidaturas lleguen los perfiles más destacados, con la capacidad y el compromiso para desempeñar un cargo público, pues el “amiguismo” se ha convertido en un lastre para la ciudad, el estado y el país.
En entrevista para Ángulo 7, el exdirector del Icadep advirtió que continuar con las viejas prácticas y postular a políticos “reciclados”, más conocidos por lo malo que han hecho en lugar de lo bueno, solo conlleva a derrotas en las urnas, a incrementar el rechazo social y a retroceder en la política que de por sí se encuentra estancada en el pasado.
Al reconocer que existe un rechazo social contra la política, Deloya Cobián consideró que el problema se puede revertir dejando fuera al “amiguismo” y dar paso a una competencia de trayectorias, propuestas e ideales que abran espacio a perfiles nuevos y no solo a “los recomendados” de algún líder.
Vio posible dignificar el sistema mediante la profesionalización de los políticos, que acompañen sus ideas de métodos científicos, con los que se puedan medir los problemas, las soluciones y los resultados, a fin de acabar con las promesas que no pasan de los discursos y la propaganda política.
Desterrar “canibalismo” del PRI
“Los tiempos actuales no nos dan oportunidad para la improvisación, la política no se debe tomar a la ligera. Necesitamos de gente responsable; dar lugar a quienes tengan los arrestos, la capacidad y los méritos para representar a los ciudadanos”, enfatizó.
También consideró urgente que en el tricolor se aprenda de los errores, se corrijan y no se repitan. Extinguir –por ejemplo- el “canibalismo” político que, a su parecer, ha dañado mucho al partido y lo ha puesto en el ojo del huracán en el que se encuentra.
Ante los recientes casos de corrupción de los que han sido actores gobernantes emanados del PRI, Deloya Cobián admitió que es imposible que la gente no relacione a todos los priistas con ellos, lamentó que “todos” tengan que cargar con el lastre de “otros”, pero también dijo que las nuevas generaciones votan por candidatos y no por partidos, así que vio muy probable poder recuperar la confianza de la gente.
Por otro lado, el precandidato del PRI a la alcaldía de Puebla destacó que, con un diagnóstico de las necesidades de la ciudad y con un proyecto serio y posible de llevar a cabo para atenderlas, se puede convencer a las personas, que están insatisfechas con “el olvido” de los gobiernos panistas.
Estimó que al menos el 85 por ciento de los poblanos están inconformes con la situación de la capital, principalmente por la ola de inseguridad y violencia que la azota: la deficiencia y falta de servicios públicos; así como la pobreza y desigualdad que persisten.
Revertir la pobreza en Puebla
Una mejor distribución de la riqueza; desarrollo económico mediante el impulso de las empresas locales y reconstruir el tejido social de las 17 juntas auxiliares que se hayan en el “abandono”, son algunas de las cosas que a su consideración deben ser prioritarias para el siguiente gobierno.
A unos días de ser nombrado candidato, Deloya Cobián vio como positivo que un buen sector de la ciudad lo desconozca en comparación con su principal rival, del PAN, Eduardo Rivera Pérez, quien fue alcalde del 2011 al 2014.
“Qué bueno que no me conozcan, así podrán conocerme y ver en qué congeniamos; en qué coincidimos que le falta al municipio y qué se requiere cambiar”, apuntó.
Luego de tres años al frente del Instituto de Capacitación y Desarrollo Político (Icadep) del PRI y uno tutelando el Instituto Nacional para el Desarrollo Municipal y el Federalismo (Inafed), se dijo estar listo para hacer campaña, en un proceso electoral que vio complicado, pero que aseguró podrá llevar por buen camino.
Ante la posibilidad de que el grupo en el poder ejerza una elección de estado, dijo hacer votos porque no ocurra, aunque si fuera el caso, aseguró que “estará a la altura” para competir y finalmente advirtió: “no seremos pasivos”.
