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Viacrucis Migrante pasa por Puebla; dejan sus países por la pobreza y delincuencia. Foto: EsImagen

Pobreza, aumento de delincuencia, falta de empleo y oportunidades para vivir mejor son las principales causas que obligan a cientos de centroamericanos dejar sus países de origen para buscar un mejor futuro en México o Estados Unidos, señalaron en su paso por Puebla.

Con caras de cansancio, hambre, sed y algunos con huaraches o chanclas, este jueves alrededor de las 5 de la tarde llegó el primer contingente del Viacrucis del Migrante, conformado por unas 100 personas, quienes en el transcurso de la noche esperarán que lleguen los demás.

El contingente, proveniente de Matías Romero, Oaxaca, fue recibido en el albergue de la iglesia Nuestra Señora de la Asunción en la capital poblana; algunos son familia, otros viajan solos y otros más lo hacen en compañía de sus hijos, en su mayoría pequeños.

Algunos sentados en el suelo, otros en sillas y otros más de pies, relataron que estarán de tres a cuatro días en la Angelópolis, para posteriormente partir a la capital del país y continuar con su ruta hasta la frontera con Estados Unidos.

Sin embargo, manifestaron que de los 3 mil migrantes que salieron de Centroamérica, no todos llegan al país vecino, pues entre 800 y mil, es decir una tercera parte, prefiere quedarse en el transcurso que tiene por México. El 80 por ciento es de Honduras, mientras que el resto se reparte de otros países, principalmente El Salvador.

No somos delincuentes, le dicen a Trump

José Luis Mejía Mejía, que es de Honduras, contó a este medio que es su primer Viacrucis del Migrante, al que se unió porque en su país natal hay mucha inseguridad, desempleo, y los pocos que trabajan son mal pagados, debido a que el presidente, Juan Orlando Hernández, se volvió a reelegir y “nadie lo quiere”.

Refirió que, al igual que él, todos los que salieron de ese país lo hicieron para buscar la manera de sobrevivir, por lo que confía en poder llegar a Estados Unidos y encontrar un trabajo, o en su caso pedir asilo político al gobierno de ese país.

Manifestó que el trayecto desde Honduras ha sido “difícil”, pero se han encontrado con “gente buena y generosa” que los ha apoyado, por lo que continuarán su recorrido aunque el presidente norteamericano no los quiera.

“Donald Trump dice que somos un ejército de ladrones y no es así, nosotros somos personas y llevamos niños que lo único que queremos es trabajar”, pronunció.

En tanto, Wilmer López López, del sur de dicho país, igual comentó que no hay empleo ni algo en que puedan desarrollarse o ganar dinero, por lo que aunque no tiene con quien llegar al país vecino, buscará quedarse para poder tener un mejor futuro.

Mencionó que uno de los principales problemas a los que se enfrentan en su recorrido es que sean sorprendidos por las autoridades migratorias, así como temen al tren conocido como “La bestia”, pues quienes intentan tomarlo a veces pierden la vida o son víctimas de la delincuencia.

Al pedirle su opinión sobre qué le diría al presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ante las acciones que ha hecho para frenar el paso de los migrantes, respondió: “Él sabe del movimiento, uno lo que puede pelear es la lucha, pero si no se puede lograr eso ya lo sabrá dios, él es el que puedo poner el remedio, si Dios lo permite, llegaremos.

Algunos van en busca de asilo político

Por su parte, Irma Rivera Ponce comentó que decidió dejar Honduras porque la delincuencia le quitó a su esposo, ya que en septiembre del año pasado lo asesinaron, por lo que el quedarse en su país no sería seguro para ella y sus hijos.

Ella viajaba con sus dos hijos, su hermano y un sobrino, y si bien reconoció que es un camino complicado para llegar, hará el intento de pisar suelo norteamericano donde pretende solicitar asilo político y conseguir un trabajo que le ayude sacar adelante a su familia.

“Mi deseo es ver que mis hijos salgan adelante; allá en Honduras con mi esposo nos costaba y ahora yo sola se me estaba haciendo más difícil, tenía que dejarle los niños a mi mamá que me los cuidara y ella está grande, tiene 74 años, entonces mejor decidí traérmelos y andar con ellos”, pronunció.

Mientras que Erasmo Salvador Aguirre Cabrera, de El Salvador, contó que salió de su país por los problemas económicos que se tienen, así como por la pobreza y la delincuencia aumentan cada vez más, problemáticas a las que el gobierno no ha hecho frente.

Refirió que estuvo 2 años en Chicago, pero fue deportado y, con lágrimas en los ojos, dijo que en El Salvador tuvo que dejar a dos de sus hijos, por lo que busca llegar a Tijuana, Baja California, ya que –afirmó– cuando lo repatriaron el trato en esa demarcación fue humano, comparado con el de las autoridades estadounidenses.

“Desde aquí le mando un mensaje al presidente de El Salvador, yo no ando huyendo porque quiera, sino porque no ya no quiero sufrir, si dejamos este país porque en lugar de dar mejores condiciones a la población ha dado muerte, ha dejado subir la delincuencia”, expresó.

Pidió a las autoridades mexicanas “que se tienen el corazón” y dejen llegar a la frontera con Estados Unidos, pues en los estados cercanos a este país hay “mucho trabajo”, y lo único que buscan es poder tener dinero para mandarlo a sus hijos.

 

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Comunicólogo por formación y reportero de profesión en Angulo 7 Noticias desde octubre de 2014. Poblano de Libres radicando en la capital, persona sería y en ocasiones divertida, amante del fútbol...