Los padres de Héctor Ánimas Marín, de 7 años de edad, acusaron a maestros y directivos de la escuela primaria Benito Juárez, en el municipio de Atzitzihuacan de encubrir la muerte de su hijo, derivado de una agresión que recibió de uno de sus compañeros.
En rueda de prensa en Puebla capital, María Guadalupe Marín Domínguez y Josué Ánimas Álvarez, comentaron que el hecho se registró desde el pasado 20 de junio, cuando recibieron un mensaje de la maestra en el que les dijeron que su hijo supuestamente había chocado con su cabeza con otro niño.
“Llegué y su maestra de grupo, Alicia Griselda Ortega Ríos, me afirmó que no le veían algo malo a mi hijo, que no exagerara, pero en cuanto el personal de la ambulancia lo vio me dijo que estaba mal y que urgía llevarlo al hospital“, pronunció la mamá.
Asimismo, sostuvo que Héctor desmintió dicha versión, pues en el transcurso al hospital le mencionó que su compañero, de nombre Jhony, le había pegado y posteriormente aventado al suelo, provocándole un chichón en la cabeza, por lo que la madre le preguntó al docente de Educación Física, con quien tenía clase, si era cierto pero éste no respondió.
Agregó que este hecho igual fue presenciado por los demás compañeros, pues cuando estaban en el hospital los menores llegaron y les dijeron que su hijo había sido empujado por un compañero, tal y como lo relató el menor, además de que el agresor tiene antecedentes por “violento y grosero con las mujeres”.
Muerte fue por golpe de otro compañero
Ya en el hospital, relató, el médico les dijo que el menor estaba mal, pues vomitó dos veces, por lo que le hicieron una tomografía que reveló que tenía coágulos, traumatismo, hemorragia y trauma encefálico, lo cual fue porque no fue atendido de manera oportuna.
Por lo anterior, acusó que hubo negligencia de los maestros y de los directivos de la primaria, pues en lugar de llevarlo al hospital o llamar a emergencias, esperaron hasta que ellos llegarán y para que se hicieran cargo.
Posteriormente, ambos padres mencionaron que ante la desesperación para que se atendiera a su hijo, lo trasladaron al Hospital del Niño Poblano (HNP) en la Angelópolis, donde los médicos realizaron una serie de estudios y descubrieron que el menor tenía alojado un coágulo de sangre en la parte superior derecha, por lo cual necesitaba cirugía inmediata.
Tras esta cirugía, con lágrimas en los ojos, comentaron que Héctor presentó tres paros cardíacos, en los que en dos lograron reanimarlo, sin embargo, el último fue fulminante, por lo que falleció el 30 de junio alrededor de las 2 de la tarde.
“Ya había antecedentes de la conducta de ese niño, en el jardín de niños amenazó a una de sus compañeras de quemarla con un cerillo; sus padres no actúan al respecto, incluso pasan junto a nosotros y se ríen, no sé si de nuestra desgracia o de que su hijo, a tan corta edad, ya se haya convertido en un matón”, expresó la madre.
Directivos no han dado la cara
Por este hecho, Marín Domínguez y Ánimas Álvarez acudieron a interponer una denuncia ante la Fiscalía General del Estado (FGE) contra quienes resultan responsables, ya que consideran que no fue un accidente, sino negligencia de la escuela.
Y es que dijeron, fueron al plantel para pedir una postura a la directora, María Terrón, para pedirle que se tomen cartas en el asunto contra el menor agresor, pero “parece que no nos quiere ni ver porque no nos atiende”, además de que se enteraron que la maestra Ortega Ríos pidió su cambio de institución.
Indicaron que podrían estar protegiendo a este estudiante, pues a dos meses de que pasaron los hechos, “están como si nada”, incluso, puede ser que lo hacen porque se están protegiendo las propias autoridades del plantel.
Asimismo, afirmaron que han acudido a la Secretaría de Educación Pública (SEP) por el seguro de vida, ya que han gastado más de 35 mil pesos en la operación y otros gastos, aun teniendo que mantener a otros dos menores.
“Nuestra exigencia es que la SEP castigue a los maestros o sancione, porque nos ocultaron la información de lo que pasó y también que se tomen cartas en el asunto contra este niño, ya que sigue acudiendo a la escuela exponiendo a otros menores”, concluyeron.
